miércoles, 3 de marzo de 2010

Meditación del 3 de Marzo

"Cuando acabó de dar instrucciones a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró. Y fue reunido con sus padres" (Génesis 49:33).


Jacob murió con gozo (Génesis 49:33). ¿Cómo morir así como él?
Asegúrate que tus pecados fueron perdonados.

Todos los poderes del diablo y la muerte cuelgan del pecado, por eso hasta que tu pecado no sea derribado y enterrado donde nunca más pueda salir, no estarás libre del mal del pecado. Y hay un solo hoyo donde el pecado puede ser enterrado y nunca más salir, ese profundo hoyo se llama la tumba del Señor Jesucristo.

La tumba de Cristo es un hoyo lo suficientemente profundo para enterrar todos los pecados del mundo: "Porque somos sepultados juntamente con él por el bautismo" (Romanos 6:4).


No solo obres la fe, sino asegúrate del amor de Dios por tu alma. El asunto no es solo obedecer a Dios, lo cual es necesario e imprescindible, sino también poder experimentar el gozo de la salvación. Pues solo así estaremos preparados para morir, ya que solo el gozo de la salvación puede ahogar los terrores y los dolores de la muerte.
Cuando Jacob vio de nuevo a su hijo José, después de tantos años y de haber perdido toda esperanza de recuperarlo, dijo: "Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, y se que aún vives" (Génesis 46:30); esto es, el gozo de ver el amor de Dios por el destino eterno de mi alma me ha capacitado para morir en paz.


Mortifica tus corrupciones. La sentencia bíblica dice así: "Tu vida por su vida."

Esto es, que los pecados deben ser muertos por ti o tú mismo morirás. Todos los hombres son pecadores y están infectados de malos deseos y motivaciones pecaminosas, es decir que si tales cosas están vivas en ti, y tú también estás vivo, ambos están vivos pero uno de los dos debe morir: o tú o el pecado.

Mientras Jacob vivió una vida humilde y sencilla, matando el pecado y buscando el agrado de Dios, su hermano Esaú gastó la vida dando complacencia a sus deseos carnales; hoy Esaú esta en el infierno y Jacob en gloria.

Entiéndase, que debes matar tus deseos pecaminosos o ellos te matarán a ti. Si diariamente das muerte a esos pecados, entonces el morir será dulce, podrás morir en paz como Jacob.


Procura una vida santa, corazón sincero y conducta irreprochable. Los hombres viven como si nunca pensaran morir y cuando les llega la muerte mueren como si nunca fueran a vivir. Por eso la mejor manera de morir es vivir bien. Quienes no están avergonzados de vivir no estarán miedosos de morir; procura, pues, vivir con la aspiración de una limpia conciencia delante de Dios por causa de la resurrección de Jesucristo.


No todos los hombres pueden decir como el apóstol: "Gracias sean dadas a Dios, que nos la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1
Corintios 15:57). Porque no pueden morir en Cristo a menos que vivan en él.

Un hombre no podrá nunca encontrar la felicidad a menos que la vea antes de poseerla. Nadie podrá morir en paz con Dios e ir al cielo a menos que estando en la tierra vea que la verdadera felicidad y el gozo eterno están en Cristo y viviendo para su servicio; después que desde aquí la vea, entonces y solo entonces podrá salir como un peregrino hacia allá, como está escrito de Jacob y los patriarcas: "Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra" (Hebreos 11:13). Amén.

P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org

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