lunes, 5 de julio de 2010

Los Puritanos y la Consejería.9

El poder de la imaginación
¿Cómo es que los ídolos obran con tanta eficiencia en nuestras vidas? Mediante la imaginación, responderían los puritanos. En la persona incrédula (como dice Owen) la imaginación se halla dominada por completo por el pecado remanente y sus ídolos particulares. En el creyente la imaginación pudiera estar bajo el control de ídolos y por ende afectar ideas, afectos y acciones.

Uno de los primeros en definir la "imaginación" fue Richard Sibbes (1577-1635). Escribió que la imaginación era un "poder del alma", "limítrofe entre nuestros sentidos [por una parte] y nuestro entendimiento [por la otra]." El oficio de la imaginación es proveer material a nuestro entendimiento, para trabaja sobre él. Sin embargo, la imaginación pecaminosa "usurpa" y desvía el entendimiento.
Charnock es más específico, señala que la imaginación es el lugar "donde primero se forman o se da vida" a los pensamientos.
La imaginación no es un poder diseñado para pensar, sino sólo para recibir las imágenes obtenidas por los sentidos y "cocinarlas" de modo que sean presentables a las ideas. Sería la cuenta de banco donde se depositan las adquisiciones de los sentidos y de ahí recibidas por las facultades del intelecto. De modo que el pensamiento es incoado [iniciado] en lo recibido,consumado en el entendimiento y terminado en las demás facultades. Los pensamientos generan opiniones en la mente. Los pensamientos inciden en la voluntad para consentir o disentir. Los pensamientos también proveen espíritu a los afectos.

Los terapistas cognitivos modernos definen el pensar como fundamental para la conducta y los sentimientos. Si cambiamos el pensar, podemos entonces cambiar sentimientos y conductas, de ahí su enfoque de acción. Pero los puritanos consideraban la imaginación como más fundamental que el pensamiento en el control de la conducta.


Imagine dos ideas asentadas en el intelecto: "este pecado te hará sentir bien si lo haces" y "este pecado desagradará a Dios si lo haces." Ambas son ciertos en la mente. Ambas son creídas como verdaderas. ¿Cuál controlará el corazón? Es decir, ¿cuál capturará tu pensamiento, tus emociones, tu voluntad?

La respuesta puritana:

Tu mente y tu voluntad y tus emociones serán controlados por la idea que se apodere de tu imaginación. Controlará todo tu ser al mismo tiempo. Porque la imaginación es aquello que da vida o realidad a un pensamiento. Es la facultad que otorga aprecio y valor.

Sibbes nombraría a la imaginación como opinión. Evoca imágenes. Después, de la imaginación surgen pensamientos, que iluminan la mente, derriten las emociones, mueven la voluntad a escoger. Podríamos diagramar así:

Tim Keller is pastor of Redeemer Presbyterian Church in New York City.

This article appeared in The Journal of Pastoral Practice Volume 9, Number 3, 1988.

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