su eterna posesión.
Eleva a Dios su dulce voz la entera Creación.
El mundo es de mi Dios,
conforta así pensar.
El hizo el sol y el arrebol, la tierra, cielo y mar.
El mundo es de mi Dios,
escucho alegre son
del ruiseñor,
que al Creador eleva su canción.
El mundo es de mi Dios,
y en todo mi redor las flores mil con voz sutil
declaran fiel Su amor.
El mundo es de mi Dios,
jamás lo olvidaré.
Y aunque infernal parezca el mal, mi Padre Dios es Rey.
El mundo es de mi Dios,
y al Salvador, Jesús, hará vencer,
por su poder,
con la obra en la cruz.
El Mundo es Mi Dios es un poema de Maltbie Davenport Babcock (1858-1901), pastor en Lockport, NY, quien gustaba de caminar por las mañanas disfrutando la vista del Niágara y del Lago Ontario. Solía decir a su esposa que "iba a caminar para ver el mundo de su Padre."
Davenport falleció en 1901 a los 42 años de edad, su esposa publicó sus escritos después de su muerte, entre ellos este poema que originalmente contiene 16 versos de cuatro líneas cada uno.
Franklin L. Sheppard le adaptó la música, al parecer de una melodía inglesa tradicional.
(Tomado de Wikipedia).
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