Una y otra vez he visto que una simple pregunta puede abrir al evangelio el corazón de la gente. Generalmente no hay interés en asuntos espirituales, hasta que hago la pregunta. Y luego de estas cinco palabras, he visto a algunos llorar de repente y desbaratar sus murallas. La pregunta es "¿Cómo puedo orar por ti?"
Es similar a otra hecha por Jesús: ¿Qué quieres que haga por ti? (Mateo 20:32). Porque en esencia nuestra pregunta dice "¿Qué quieres que pida a Jesús que él haga por ti?" Es posible que la pregunta nos permita mostrar a otros el amor de Cristo y abrir sus corazones previamente cerrados al evangelio.
Tengo un vecino, ejecutivo retirado, duro hombre de negocios, que vive al lado de mi casa. Todo un profesional en la materia de esconder sus sentimientos y mantener conversaciones en niveles superficiales.
Hasta el día que ambos nos encontramos frente a frente en la verja que separa nuestras casas, y le pregunté "¿Cómo puedo orar por ti?" Sus ojos se llenaron de lágrimas y toda su apariencia de autosuficiencia se derrumbó. Por primera vez en siete años me permitió hablarle de Jesús.
La pregunta es simple, muy corta, fácil de recordar. Podrías usarla con tus amigos de largo tiempo o con personas que acabas de conocer. No es demasiado personal o aplastante para aquellos que te darían una respuesta brusca en el momento. Y, sin embargo, a menudo conduce a que otros escuchen el evangelio.
Puedes repetirla cada vez que hables con alguien y la pregunta nunca será vieja.
Pero hazla con sinceridad y sencillez: "¿Qué puedo orar por ti?"
Los resultados te sorprenderán.
Publicado por
Tim Chester.co.uk
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