Recientemente, Tim Keller y David Powlison unieron esfuerzos para proveer cierta guía y sabiduría bíblica sobre el lenguaje y las relaciones públicas. Nuestra idea es que quizás los escritores de internet pudieran adoptarlas y diseminarlas, de modo que, en palabras de Keller, “sazonaran espiritualmente las conversaciones cristianas en el ciberespacio”.
Quiera el Señor ayudarnos y que nuestro lenguaje amoroso en la verdad sea siempre de gracia, sazonado con sal, gentil, respetuoso, pacífico, y edificante(Colosenses 4:6; Efesios 4:15; 1 Pedro 3:15; Romanos 14:19).
¿Qué dice Proverbios sobre el recibir malos informes?
El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo.
Lo primero por hacer al escuchar o ver algo negativo es buscar “cubrir” la ofensa en lugar de hablarlo con otros. Es decir, en lugar de permitir que un mal informe “pase” hasta nuestro corazón como la verdad y después “pase adelante” a otros, debiéramos procurar que el asunto no destruya nuestro amor y aprecio por la persona. ¿Cómo?
Empieza por recordar tu propia pecaminosidad. “Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus [motivaciones]” (Proverbios 16:2). Saber esto automáticamente te evitará estar tan seguro de tu posición y hablar tan fuerte en contra de personas sobre quienes has oído o de gente situada en el otro lado del conflicto. De modo intuitivo te darás cuenta que podrías no estar viendo las cosas correctamente. Tus motivos nunca son tan puros como crees que piensas. Saber esto te guardará de estar tan seguro de los hechos, tan seguro de tu posición, y de hablar tan negativamente y con demasiada rapidez sobre otras personas. Reconocer tu propia pecaminosidad te ayudará a no hacer juicios arrebatados sobre lo que oyes y tomas tan seriamente.
Al recordar tu pecaminosidad, recuerda las misericordias de Dios. “El amor cubre todas las ofensas” (Proverbios 10:12). El Dios quien es amor ha cubierto todas tus ofensas. El conoce todo sobre ti (y la historia completa sobre esa otra persona). El ha escogido perdonarte, y esta clase de misericordia salvadora de vida costó la vida de Jesús. El pudo haber escrito un Informe 100% Malo y Verdadero sobre ti, pero escogió sepultar tus pecados en las profundidades del océano. Esto hace la diferencia entre la vida o la muerte. Si tus pecados no están sepultados en el océano de Sus misericordias, te encontrarás expuesto en justicia y perecerás en justicia. Pero si has conocido misericordia, incluso cuando escuches informes de grave maldad surgirán en ti instintos de misericordia. Saborear los jugosos bocados de murmuraciones y chismes es muy distinto al entristecerse, tener cuidado y desear nada menos que las misericordias de Cristo sobre todos los implicados. Y la mayoría de los malos informes resultan ser triviales. Son el tema de chismes y curiosos que disfrutan el “tut-tut-tut”.
Luego recuerda que siempre existe la otra cara de la moneda. “El primero que presenta su caso parece correcto, hasta que viene el otro y lo pone en duda” (Proverbios 18:17). Nunca tendrás todos los hechos. Y nunca tendrás todos los hechos que necesitas al mismo tiempo. Nunca estarás en la posición de ver todo el panorama, así que cuando escuches el primer reporte, debieras asumir que tienes muy poca información como para sacar una conclusión inmediata. Lo que has escuchado de alguien más es solo evidencia “de oídas”. No tiene permanencia ni validez a menos que sea confirmada de otro modo.
De manera que al escuchar un informe negativo sobre alguien, evita que penetre hasta tu corazón como si fuera verdad. Si pasas juicio basado en evidencias “de oídas” eres un necio. No te apresures, verifica los hechos, ve a la persona, escucha otros testigos. Si estás lejos de la escena espera a que salga más a la luz de la historia. Suspende juicios. No entres en pánico o en estampida por rumores o psicología de masas. Ten contentamiento de no saber muchas cosas. No necesitas tener opinión de todo y de todos.
Justin Taylor http://thegospelcoalition.org/blogs/justintaylor/2008/08/04/keller-and-powlison-should-you-pass-on/
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