martes, 25 de mayo de 2010

Meditación del 25 de Mayo

“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios” (1 Corintios 10:31).


Una manzana o un jugo carecen de moralidad, pero el uso que demos pudiera agregarle moralidad dañina. Cuidemos el uso que hagamos de cualquier criatura. Lo mismo aplica con la música.

Hagamos todo para edificación, y ¿qué es edificar? Edificación es el acto por lo cual uno promueve el crecimiento de otro en conocimiento, sabiduría, piedad, santificación o felicidad cristiana.

Una música sana será dirigida por la gracia de Dios, y la gracia verdadera siempre promueve estos tres: el amor a Dios, el dominio propio y el amor al prójimo.

Una música de sana teología, bien cantada, estimularía alabanza al Señor; o que el prójimo me edificaría con su canto, sería el caso.


La música en la casa de Dios ha de ser estructurada con Su Nombre y Su Palabra. “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (v.16).

Particularicemos esta afirmación, el milagro del Mar Rojo: “Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré” (Exodo 15:1-2). Moisés no canta sobre cómo se sentía cuando estaba en medio de las aguas sino que magnifica el Nombre de Dios y Sus obras, no la gloria de las criaturas. Y más adelante lo dice literalmente: “Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido” (v.21).

Recordemos que las obras del Señor revelan también Su Nombre, ya que por la creación se le llama el Creador.


Un pasaje adicional más explícito: “Entonces, en aquel día, David comenzó a aclamar a Jehová por mano de
Asaf y de sus hermanos: Alabad a Jehová, invocad su nombre, dad a conocer en los pueblos sus obras. Cantad a él, cantadle salmos; hablad de todas sus maravillas. Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová” (1Crónicas 16:7-10).

La música en la Casa de Dios se estructura con Su Nombre y Palabra.

Amén.

P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org

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