viernes, 28 de mayo de 2010

Hebras de oración

Es posible identificar tres énfasis de oración bíblica:
1. oraciones circunstanciales
2. oraciones de sabiduría
3. oraciones del reino

Veamos,
(1) Algunas veces pedimos a Dios que cambie nuestras circunstancias -sanar al enfermo, darnos el pan de cada día, protegernos de acechanzas, convertir a nuestros políticos, convertir a nuestros amigos o a miembros de la familia, que nuestro trabajo prospere, proveer un cónyuge, aquietar tal o cual tormenta, que haga llover, que nos conceda un hijo.

(2) Algunas veces pedimos a Dios que nos cambie -profundice nuestra fe, nos enseñe a amar a unos y otros, perdone nuestros pecados, nos haga más sabios para el bien, nos ayude a conocerle mejor, nos conceda mayor entendimiento de la Escritura, nos conceda ser de aliento para otros.

(3) Algunas veces pedimos a Dios que cambie todas las cosas mediante la revelación mayor de sí mismo en la vida real, magnificando el grado de Su gloria y obvias reglas -que Su Reino venga, que Su voluntad sea hecha en la tierra así como en el cielo, Su Nombre exaltado sobre todas las naciones y toda tribu y toda lengua, que Su gloria sea conocida en todos los rincones de la tierra, que Su gloria llene los confines del universo, oh ven pronto Señor Jesús.

Las tres hebras se encuentran tan firmemente entremezcladas que si una de ellas falta entonces sufren las otras dos.
Si solamente oramos por mejores circunstancias entonces Dios se convierte en algo así como el muchacho que existe para complacer nuestra lista de peticiones y deseos -no hay propósitos santos, no buscamos Su gloria. Todo es dame, dame, dame.

Si solamente oramos por el cambio personal esto revelará nuestra obsesión por la mejoría del yo, una espiritualidad absorbida por el yo que no se preocupa por los demás ni de las tareas cotidianas. ¿Dónde está el anhelo por el reino de Cristo que enderece las veredas equivocadas, no sólo para aliviar mis pecados y evitar que me sienta mal de mí mismo? Oraciones centradas en lo personal muestran poca evidencia de amor, confianza, gozo.

Si solamente oramos por el Reino, las oraciones tenderán a la irrelevancia, la generalización, e ignorarán cómo es que el reino corrige errores, limpia lágrimas, remueve pecados reales. Tales oraciones muestran a un Dios lejano, que no toca tierra sino hasta el último día.

Que Dios nos ayude a orar de tal modo que hilemos todas las hebras entre sí.

David Powlison.
NdeT: El artículo completo — how to pray beyond the sick list— es altamente recomendable.

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