jueves, 6 de mayo de 2010

Relaciones y Lenguaje.2

Recientemente, Tim Keller y David Powlison unieron esfuerzos para proveer cierta guía y sabiduría bíblica sobre el lenguaje y las relaciones públicas. Nuestra idea es que quizás los escritores de internet pudieran adoptarlas y diseminarlas, de modo que, en palabras de Keller, “sazonaran espiritualmente las conversaciones cristianas en el ciberespacio”.

Quiera el Señor ayudarnos y que nuestro lenguaje amoroso en la verdad sea siempre de gracia, sazonado con sal, gentil, respetuoso, pacífico, y edificante(Colosenses 4:6; Efesios 4:15; 1 Pedro 3:15; Romanos 14:19).

Considera tres cosas sobre cómo permanecer constructivo.

¿Qué dice Santiago sobre repetir malos informes?

Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Hermanos, no murmuréis los unos de los otros.

(Santiago 4:10-11)

El verbo “murmurar” significa “hablar en contra de” (del griego kata-lalein). No es necesario un reporte falso, simplemente dar un “contra-reporte”, un reporte en contra de. La intención es disminuir a otro. Derramar descontento. Escarnecer. Herir. Destruir. Regocijarse en maldad expresa. No quiere decir simple desacuerdo con las ideas -esto significaría que nunca podríamos debatir un punto. No, no se trata del respetuoso desacuerdo con las ideas. Santiago advierte sobre el atacar la motivación y el carácter de la persona, de modo tal que socava el respeto y amor por esa persona en quien escucha.

Como el viento del norte atrae la lluvia, así la murmuración atrae miradas airadas” (Proverbios 25:23). Todo el mundo se aira con todos los demás: el murmurador, el murmurado, los que escuchan la murmuración.

El hilo que une murmuración y orgullo en Santiago 4:10 muestra que la murmuración no es resultado de la humilde evaluación de fallas o errores en que constantemente caemos. Más bien, en la murmuración quien habla lo hace como si ella misma nunca haría una cosa semejante. Actúa con justicia propia y superioridad hacia los obviamente inferiores idiotas. En cambio, la valoración no murmuradora es de mentalidad justa, constructiva, gentil, guardiana, y siempre demuestra sensibilidad de quien habla al reconocer cuánto comparte la misma fragilidad, humanidad y naturaleza pecaminosa con quien sufre la crítica. Demuestra un reconocimiento profundo de su propia pecaminosidad. Nunca es “en contra de”.

Santiago 5:9 agrega algo más: hermanos, no os quejéis unos contra otros”. Literalmente, no te quejes ni gruñas ni mires para arriba. Esto se refiere a una clase de “hablar en contra de” que no es tan específico como la murmuración directa o el ataque. Nos pinta otros colores, no sólo con palabras sino con lenguaje corporal y tono de voz. En el papel tales actitudes se comunican por insinuaciones (caricaturas fabricadas con símbolos), culpa por asociación, gestos de desprecio, vocabulario peyorativo. En persona, significa voltear la cabeza, mirar hacia arriba, reforzar la erosión del amor y respeto hacia alguien más. Por ejemplo: “bueno, tú sabes cómo son las cosas por aquí, chchch, ¿qué esperabas?”. Esta “queja” obtiene la misma cosa que la murmuración directa. Atrae “miradas airadas” de todos los participantes. Pasar por alto temas negativos socava amor y respeto. No es nutritivo, nunca es constructivo, nunca es oportuno, jamás es donante de gracia.

Justin Taylor http://thegospelcoalition.org/blogs/justintaylor/2008/08/04/keller-and-powlison-should-you-pass-on/


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