lunes, 22 de febrero de 2010

Indispensables

Muchas veces hemos oído decir que "todos somos necesarios, nadie es indispensable".

Al meditar, con todo respeto, pienso que no es así.
En la vida es posible que algunas personas sean más necesarias que otras, por ejemplo en la ejecución de tareas, o quienes ejercen ciertas profesiones, artes u oficios. Pero en cuanto a dispensabilidad se refiere, no es verdad que somos dispensables.
Más bien es lo contrario: todos somos indispensables.

Piensa:
Un papá es indispensable.
Una mamá es indispensable.
Etc.

¿Será posible que alguien sea parcialmente indispensable? Pienso que no. Pensar de sí mismo con cordura incluye desarrollar el grado de conocimiento, de amor y de compromiso que se expresa en la conducta de la vida diaria al hacernos indispensables por causa de Cristo.
Y Dios pide todo nuestro corazón y mente y cuerpo.

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