sábado, 6 de febrero de 2010

Concluír no es resumir argumentos

De un libro recién publicado por Harvard Business Press:

La conclusión [de una presentación] no debe ser un resumen de los argumentos. Más bien, debe ser una apelación al entendimiento de la audiencia, una motivación a la acción, a la aprobación -es decir a aquello que tú quieres que tu audiencia piense o haga.

No caigas en la trampa de repetir a tu audiencia lo que ya le dijiste. Resumir algo al final es la mejor manera de matar el entusiasmo que tu presentación haya generado.
Olvida el resumen.
En lugar de ello dile a tu audiencia lo que deben pensar o hacer.

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