miércoles, 3 de febrero de 2010

Honrando a Dios cada día

Publicado por primera vez después de su muerte, el eminente ensayista Samuel Johnson es mejor conocido por su talentoso diccionario de Inglés. Pero Prayers and Meditations [Oraciones y Meditaciones] es un devocional clásico que deleitará a quienquiera y tenga la buena fortuna de descubrirlo. Contiene tres tipos de materal entretejido, y su flujo de entrada y salida proporciona al libro una variedad refrescante.


De 157 páginas en longitud, el libro es tan atractivo que resulta de fácil lectura “de un solo tirón.” Las oraciones reciben mucho espacio y forman la parte inspiradora del libro. Confirman las ideas del griego Aristófanes quien decía que “altos pensamientos deben expresarse en alto lenguaje.”

Las marcas del estilo neoclásico de Johnson se evidencian en dicción excelente, largos párrafos, balance y paralelismo entre frases y cláusulas, y hermosa cadencia (altas y bajas del lenguaje). En estilo, las oraciones de Johnson son como la oración de Salomón en la dedicación del Templo.


El segundo género de escritura es la entrada tipo diario. Numerosos pasajes breves retratan las actividades religiosas de anglicanos ingleses de una era pasada. El hilo más significativo en la historia de Johnson son sus memorias de su esposa fallecida, en el aniversario anual de su muerte.


El tercer ingrediente consiste de listas de resoluciones que Johnson escribiera de modo incesante. Tales resoluciones proveen vistazos hacia el interior de la vida espiritual de un hombre que se reprobaba a sí mismo pero que aspiraba a ser santo.


Todo el libro se magnifica con la práctica de Johnson de observar ciertos días anuales. La mayoría de sus oraciones fueron compuestas el Primer Día del Año, el Día en que su esposa murió, el Viernes Santo, la Semana Santa, y el día del cumpleaños del escritor.


Los siguientes extractos son ejemplo de cada uno de los géneros literarios.


Oración de Semana Santa (Abril 16, 1775).

“Dios omnipotente, Padre celestial cuya misericordia está sobre toda Su obra, mira con piedad a mis pecados y miserias. Hazme sufrir para conmemorar, en Tu presencia, mi redención por Tu Hijo Jesucristo. Permite mi arrepentimiento del tiempo malgastado, y que pueda pasar el residuo de mi vida en Tu temor, para Tu gloria. Alivia, oh Señor, como mejor te parezca, los sufrimientos de mi cuerpo y la perturbación de mi mente. Llena mis pensamientos con inmenso amor por Tu bondad, con justo temor ante Tu ira, y con humilde confianza en Tu misericordia.

Déjame estudiar Tus leyes, y trabajar en los deberes que Tú has puesto delante de mí. No alejes de mí Tu Espíritu Santo, sino alienta en mí buenos deseos que produzcan frutos diligentes por Tu gloria y mi salvación; y que cuando -luego de esperanzas y temores, de gozos y tristezas- me llames a Ti, me recibas a felicidad eterna en el nombre de Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Diario. Abril 6, 1777

El jueves santo fui temprano a la iglesia, oré y encomendé a Tetty (mi esposa fallecida) y a mis otros amigos. Estuve muy entristecido durante algún tiempo, pero por fin obtuve esperanza del Dios de paz, quietud que no había disfrutado en mucho tiempo. No he hecho resolución alguna, sino que a medida que mi corazón se aligera, mis esperanzas reviven y aumenta mi valor; he escrito con lápiz en mi Libro de Oraciones [cinco líneas en latín].

Fui al altar, creo que volví y leí mi Libro. Tomé la santa cena, orando después por un tiempo.

...

Cené mediante cita previa con la Sra.Gardiner, pasé la tarde con tanta calma y contentamiento de mente como no había sentido antes. Volví a casa y comencé a leer mi Biblia. Pasé la noche en tan dulces sueños no interrumpidos, como no había dormido desde Fuerte Augusto.


Collected & introduced by Leland Ryken. Honoring God in everyday life. http://www.christianitytoday.com/ch/thepastinthepresent/storybehind/honoringgodineverydaylife.html

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