domingo, 28 de febrero de 2010
Signos de advertencia en mis hijos
sábado, 27 de febrero de 2010
LA FOTO DE HOY
Meditación del 27 de Febrero
“Y llegando a los límites del Jordán que está en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande apariencia” (Josué 22:10).
No fue para hacer sacrificios sino como un recuerdo o memorial al Dios que habían servido. Lo primero fue asegurar la verdadera religión. Para un corazón creyente el mundo es inferior en valor, y así también debe serlo en estima y planes.
Nadie que compita con Dios podrá conocerle correctamente.
Un contraste: Hay personas que se mudan a otra ciudad, u otro país, y lo primero que aseguran es su trabajo la escuela de sus hijos, pero no la Iglesia. También hay personas que aceptan ciertos empleos pero no se toman el trabajo de indagar como afectaría eso su fe, o el día del Señor u otro asunto espiritual, sino que su motivación es progreso económico puro y simple. Eso sería contrario a la virtud de estas familias. Así se originó este altar.
Ahora veamos la reacción de sus hermanos: “Y los hijos de Israel oyeron decir que los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés habían edificado un altar frente a la tierra de Canaán, en los límites del Jordán, del lado de los hijos de Israel. Cuando oyeron esto los hijos de Israel, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos” (v.11-12). En sus mentes era imposible imaginar un altar sin sacrificio, sin tabernáculo, sin preceptos ni mandamientos, y que eso no fuera contra Dios y Su Palabra.
Su sospecha fue razonable, tuvieron celos, aunque sin suficiente conocimiento.
Esto no quita que se apresuraron en hacer juicios conclusivos contra sus hermanos.
Hasta hace poco habían gastado años peleando contra los cananitas o incrédulos, y tan pronto como se enteraron de este altar, concluyeron que sus hermanos se habían vueltos impíos y por tanto había que pelear contra ellos.
Las vueltas de la vida. Rubén y los demás les habían ayudado a conquistar sus tierras, y ahora Israel se levanta para sacarlos de las suyas. El odio de la sospecha de idolatría les hizo olvidar la sangre de hermanos, y los beneficios obtenidos (v.2). Los rubenitas habían sido sus campeones, y ahora por su idolatría hay que barrerlos de la tierra.
Uno se pregunta: ¿Cómo hubiesen reaccionado estos hombres si hubiesen visto las familias de Israel danzándole al becerro de oro hecho por Aarón en el desierto?
La sospecha fue razonable, pero el celo era infundado, inapropiado, carnal, terrenal, humano.
Hay aquí una gran enseñanza: Cuando se nos altere el espíritu por motivos religiosos, entonces hay que oponerlo con fuerza. Matar el gallo en la funda, pues luego pudiese no ser posible controlarlo.
Que cada impulso religioso que te mueva al celo en contra de tu prójimo, sea puesto bajo sospecha y oposición, pues no poca impiedad inicia así. Cuida los impulsos de tu corazón, aun cuando tengan ropaje religioso. Amén.
P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org
viernes, 26 de febrero de 2010
Meditación del 26 de Febrero
“Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu deManasés en tierra de Galaad, a Finees hijo del sacerdote Eleazar, y a diez príncipes con él: un príncipe por cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era jefe de la casa de sus padres entre los millares de Israel” (Josué 22:13-14).
La actitud fue de guerra; la acción presente, diálogo. El designio de tal sabiduría fue indagar y disuadir. Averiguar el propósito del maltrato y disuadirlos de lo que los hijos de Israel suponían que fue el propósito. Será la sabiduría quien dirija correctamente el celo religioso, y nos guardará de que termine en furia carnal.
Si la discreción no toma las riendas en situaciones de posible contienda, al caballo y al jinete les quebrarán el cuello. Sin la sabiduría bíblica, el celo por Dios nos aparta de Dios.
Sus líderes no fueron movidos sólo por sabiduría, sino también por amor.
No condenemos a nadie sin averiguar o sin antes darle la oportunidad de reformar. Se notan aquí dos conceptos: Violencia y paz.
Lo primero, agotar los medios de paz, y sólo si estos medios se hacen inefectivos, quizás entonces aplicar violencia para perseguir el mal y erradicarlo. El buen pastor busca la oveja para curarla, no le envía perros para que la agarren por el cuello. Como alguien ha dicho: La crueldad nunca hace sociedad con la verdadera religión. Si nuestro Salvador no romperá la caña cascada, ¿cómo será posible que sus discípulos rompan la caña entera?
He aquí líderes sabios: “Los cuales fueron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y les hablaron diciendo: Toda la congregación de Jehová dice así: ¿Qué trasgresión es esta con que prevaricáis contra el Dios de Israel para apartaros hoy de seguir a Jehová, edificándoos altar para ser rebeldes contra Jehová?”
Pregunta: ¿De donde surgió esta sabiduría? Del amor a sus hermanos, pues si no hubiesen tenido amor, la duda nunca habría surgido, ni la sabiduría que los guió a la lentitud para actuar.
El amor es el fundamento de un trato prudente con nuestros hermanos.
Sin embargo debe decirse que ellos se reunieron en Silo, lugar donde se encontraba el Arca de Dios, de manera que si hubiesen consultado el Arca se habrían evitado todos estos problemas. El temor a Dios les hubiese dado sabiduría mucho más rápida y eficaz que la que emplearan (la usada no fue mala, sino buena, pero con el temor hubiese sido mucho mejor).
Sin embargo el caso parecía tan claro que los hijos de Israel consideraron como innecesario el consejo divino. Nadie se extrañe que hayan acusado de violación a sus hermanos, mientras ellos mismo se consideraban inocentes.
De aquí aprendemos que cuando estemos frente a un caso dudoso, lo más seguro es suspender el juicio, o hacerlo favorable al prójimo. Mejor un roto en el paño de tu amor que una duda sobre la justicia del proceder de tu prójimo. Amén.
P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org
jueves, 25 de febrero de 2010
Salmo 103: El gran amor de Dios por nosotros.4
¿Cuáles beneficios hemos recibido de Dios?
· Perdona todas mis iniquidades y pecados (Estudia la diferencia entre iniquidad y pecado).
· Sana todas mis dolencias – Consuela mi alma en la aflicción y me da salud física.
· Rescata del hoyo mi vida – En medio de pruebas y tribulaciones, cuando he tomado camino errado, Dios permite que aun el mal pueda ser de bendición a mi alma (Romanos 8:28).
· Sacia de bien mi boca, de modo que se rejuvenezca como el águila (Isaías 40:31).
· Es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia e injusticia - porque de Jehová es la venganza, El es juez justo y fiel.
· Sus caminos notificó a Moisés.. Dejó Su Palabra para que conocieran su voluntad y le obedecieran, y nos vaya bien.
· Misericordioso y Clemente es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia – Paciente.
· No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo – Me disciplina y me bendice.
· No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades.
· Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
· Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que LE TEMEN.
¿Qué característica tienen los que mueven a Dios para engrandecer Su misericordia? Los que LE TEMEN
¿Cómo saber si temo a Dios? Mandato de Dios: “Conducíos en temor todos el tiempo de vuestra vida” (I Pedro 1:17)
¿CUÁL ES LA CONDUCTA DE LOS QUE LE TEMEN?
· Nos apartamos del mal (Proverbios 8:13, Salmo 34:14).
· Guardamos sus mandamientos (IJuan 2:3; 3:22; 2Jn 6)
· Guarda tu lengua del mal y tus labios de engaño sal 34:13
· Guardar sus mandamientos no es gravoso (IJuan 5:3)
· El ojo de Dios está sobre ella (Salmo 33:18-19).
Promesa: Nada falta a los que le temen (Salmo 34:9
¿Qué podemos esperar de Dios? Misericordia. El se compadece de sus hijos, conoce nuestra condición, y se acuerda que somos polvo.
¿Cómo debemos responder nosotros? v.22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío, Bendice, alma mía a Jehová.
Por tanto: Aclamad a Dios porque El es bueno, porque su misericordia es eterna.
Bendito sea nuestro Dios, El conceda de Su gracia y nos de sus ricas e infinitas misericordias para vivificar nuestras almas, para hacernos faro que haga resplandecer su luz para iluminar a otros y ser instrumentos en sus manos para la expansión del Reino dando a conocer Su nombre y para el deleite de nuestras almas.
Promesas de Dios – Salmo 112
Bienaventurado el que teme a Dios y se deleita en sus mandamientos en gran manera
1. Su descendencia será poderosa en la tierra
2. La generación de los rectos será bendita
3. Bienes y riquezas hay en su casa
4. Su justicia permanece para siempre
5. Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos
6. Es clemente, misericordioso y justo
7. Tiene misericordia y presta
8. Gobierna sus asuntos con juicio, por lo cual no resbalara jamás
9. En memoria eterna será el justo
10. No tendrá temor de malas noticias, su corazón esta confiado en Jehová
11. Asegurado está su corazón, no temerá
12. Reparte, da a los pobres, su justicia permanece para siempre
13. Su poder será exaltado en gloria
14. Lo vera el impío y se irritará
Amén.
Meditación del 25 de Febrero
“Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz. Volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová fortaleció a Eglón rey de Moab contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos de Jehová” (Jueces 3:11-12).
La vida de Otoniel, su buen testimonio y la paz de Israel terminaron juntas. Cuán poderosa puede ser la presencia de un buen hombre en la Iglesia o en la nación. Congregaciones y este país necesitan desesperadamente de buenos hombres. Por medio de uno solo puede llegar el bien a muchos.
Leamos de nuevo: “Y reposó la tierra cuarenta años”. El gran valor de estos buenos hombres será apreciado cuando desaparezcan. Se cumpliría lo que dice el refrán: nadie sabe el valor de su caballo, hasta que lo pierde. Estos hombres son como robles o columnas, que si los saca de su lugar el techo se arruina, la protección se va.
Dios había mandado a los hijos de Israel expulsar los habitantes de la Tierra Prometida, pero no lo hicieron, fueron indulgentes. Indulgentes y crueles a la vez. La venganza de Dios castiga esta clase de indulgencia, que costó mucha vara y no pocas lágrimas a los hijos de Israel. Se produjo una especie de círculo vicioso: pecado, castigo, arrepentimiento y liberación.
La mezcla con aquellos habitantes contaminaba de idolatría, esto acarreaba el juicio divino; el dolor los movía al arrepentimiento, de ahí a la liberación, y cuando eran liberados recuperaban paz, y en tranquilidad volvían a pecar, y así repetidas veces. Un círculo vicioso.
Atiende lo que dice el escritor divino: tan pronto como Israel tuvo descanso, cometieron impiedad: “Y reposó la tierra cuarenta años… Volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.” La tranquilidad y seguridad de cualquier pueblo es causa de sus corrupciones.
Las aguas estancadas y quietas se pudren más fácilmente. Mientras se acostaban y levantaban en tiempos de guerra, fueron celosos contra la idolatría, pero ahora, en la paz vuelven a los ídolos. Es difícil no corromperse espiritualmente en la prosperidad. Una vida sedentaria enferma con mayor facilidad el cuerpo.
Se cumple la verdad recientemente proclamada: que las crisis fortalecen la fe. Amén.
P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org
miércoles, 24 de febrero de 2010
Salmo 103: El gran amor de Dios por nosotros.3
El Salmo 103, es ejemplo de una boca que alaba a Dios, una de las expresiones con más ardientes sentimientos y ejercicio de fe de un corazón creyente, un corazón que ha conocido las infinitas misericordias de Dios, tanto las temporales como las eternas.
¿Cómo inicia el salmista su alabanza a Dios? Llamando a levantar su naturaleza inmortal y eterna y todo su ser, sentidos y facultades adorar a Dios. Es un ejemplo de un corazón devoto que cada vez mas desea estar unido en el servicio y comunión con Dios. Las misericordias de Dios, no menos que su propia naturaleza, son las base o fundamento de nuestra obligación o deber de alabar y bendecir el nombre de Dios. Todas hemos sido recipientes de sus misericordias, por tanto nuestras bocas nunca deben cerrarse para alabar y proclamar su bendito nombre.
La gratitud sincera se produce cuando el entendimiento del hombre ha quedado impresionado y al mismo tiempo se percibe un sentido de beneficio, de tal manera que no lo podemos olvidar; en especial aquellos conferidos por Dios son de gran valor. David llama a levantar su alma y que haga memoria de cada uno de los beneficios recibidos de forma particular, los beneficios temporales, espirituales y cada experiencia individual que ha experimentado a través de su vida utilizando todo esfuerzo para hurgar en su memoria para que nada se quede sin recordar.
¿Cuál es el mayor bien recibido? Perdón de Pecados, libres somos de toda condenación porque hemos sido comprados por medio de la sangre de Cristo, y en arrepentimiento hacia Dios y fe en Cristo El nos ha perdonado y ha pagado por todos los pecados pasados, presentes y futuros.
Lo común en los hombres es quejarse; encontrar errores, debilidades y faltas en los otros, recordar sufrimientos y males que otros le hacen y recordar las maldades de los hombres. Pero Dios nos enseña en Su Palabra cómo debemos conducirnos y cultivar un corazón agradecido – meditando, recordando los favores recibidos de la mano de Dios (Salmo 34:1-3).
En el Salmo 103 vemos cómo el corazón de David se inclina a meditar en las bondades de Dios, en cada una de las bendiciones que Dios le ha concedido en la vida para alabar y bendecir el nombre de Dios; porque “Torre fuerte es el nombre de Jehová, a El correrá el justo y será levantado“ (Proverbios 18:10).
¡Cuán fácil nos resulta detectar y juzgar las debilidades de otros y cuán difícil elogiar las bondades de los demás, inclusive con nuestros propios hijos! Somos más prontos para castigar, disciplinar y amonestar que para estimular, exhortar y alabar lo bueno. ¿Queremos que Dios nos trate así? ¿Cómo es Dios con nosotros? Dios nos cuida, protege, bendice, salva del peligro, y nos llena de bondades y misericordias sin merecerlas, y cuán difícil es abrir la boca para bendecirle, elevar acciones de gracias y alabanza a su bendito nombre, y callar nuestras bocas a las quejas, descontento y murmuraciones. Por difícil que sea tu vida, siempre pudo ser peor y siempre has recibido bondades y misericordias que no merecías.
Dios quiere que seamos felices, por eso dio su Ley, la cual es una clara descripción de Su naturaleza y Su voluntad. Preparar al pueblo para servirle y seguir sus caminos era el manual de preparación para obtener vida y felicidad. Repasa los diez mandamientos y medita en cuales son tus áreas débiles y clama a Dios de su gracia.
Nosotros somos frágiles, pero el cuidado de Dios es eterno. Muchas veces pensamos en Dios como Juez y Dador de la ley, pero nos olvidamos en nuestro diario vivir de su amor, compasión, bondad y gran misericordia. Dios conoce lo que somos, somos pecadores y gusanos del polvo, débiles y El nos da de Su gracia para capacitarnos para obedecerle y andar con un corazón recto e integro. Pero nuestro corazón corrupto, busca esconder lo que verdaderamente es y excusa y justifica sus debilidades y pecados comparándose con otros, viendo algún bien o bondad que Dios ha hecho a él o a través de él a otros, y se considera bueno ante sus propios ojos. Pensemos, Dios ha dado a Su Hijo por mí, El cuidara de mí en todo mi andar, pero debo confiar que lo que El dice es cierto, obedecerle y temerle.
Menospreciar Su palabra, no temerle o confiar en El producirá un corazón ingrato, incrédulo, quejoso, descontento, arrogante, que fácil vuelve la espalda a Dios porque se olvida de su misericordia. (Isaías 30). El pueblo de Israel sólo volvía a Dios cuando se encontraba en dificultades que ellos por sí mismos no podían resolver, entonces clamaban a Dios por ayuda.
¿Oras y buscas la misericordia de Dios solamente cuando estás en apuros? ¿Es tu vida diaria un andar buscando agradar y obedecerle o andas según tu propia prudencia?
Cada día podemos ver el gran amor de Dios por nosotros: Lo que Dios hace por nosotros nos dice claramente lo que Dios es: grande en misericordia.
Todas las cosas y en todo lugar deben alabar y bendecir el nombre de Dios en toda circunstancia y providencia; por tanto siempre meditemos en su misericordia con un corazón agradecido. Cada día, durante todo el día, demos gracias a Dios por Su misericordia.
· Bendice alma mía a Jehová – Adorarle con acciones de gracias
· Bendiga todo mi ser tu santo nombre - Alabarle
· No olvides ninguno de tus beneficios – Dame un corazón agradecido
¿Qué aprendemos de este salmo 103?
v.10-11 LA GRANDEZA DE DIOS EN LA CREACIÓN. A menudo vemos el sol levantarse o acostarse en un lugar que debido al paisaje cautiva nuestros ojos y el corazón se sensibiliza al ver la hermosura, nos permite ver la sabiduría, omnipotencia y gran misericordia de Dios para con los hombres: hizo la creación hermosa, da el sol de día, la luna y las estrellas de noche y todas las cosas las hizo en armonía, organización y belleza, lleno de colores para hermosear más nuestro diario andar. Y todo lo hizo para que al verlo elevemos alabanzas y acciones de gracias porque El es bueno y para siempre es su misericordia. “Engrandeció Su misericordia sobre los que le temen.”
v.17 - LA GRAN MISERICORIDA DE DIOS PARA CON NOSOTROS. “La misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen”¿Qué sería de mí si no fuera por su gracia y gran misericordia?
- Dios en su gran amor envió a su Hijo para rescatarnos y salvarnos del castigo eterno.
- Nos preserva y cuida del mal y envió a su Espíritu Santo para darnos convicción de pecado, de justicia y de juicio, para que nos apartemos del mal y hagamos el bien,
- Nos promete recompensa de darnos galardón, de bendecirnos cuando El es quien hace todo el trabajo, pone en nosotros el deseo, nos da su paz, nos da de su gracia para aumentar la fe y esperanza para que movamos la voluntad y hagamos buenas obras que glorifiquen su nombre.
¿Cómo es la misericordia de Dios? La misericordia no tiene reglas, la misericordia no es solamente hacer el bien, es dar o hacer un bien a quien no lo merece, va mas allá de hacer el bien. Podemos hacer el bien a un hijo o ser una persona que merezca que le haga algo, ya sea porque le amamos o le debemos un favor. La misericordia de Dios es Jesucristo, el Mesías esperado por siglos y anunciado en la creación (Génesis 3:15) y se ha extendido a todas las generaciones sobre hombres pobres, y viles pecadores, pero que han sido comprados por el precio de la sangre de su hijo unigénito, el Señor Jesucristo.
DIOS NOS DA LA FE PARA CREER EN SUS PROMESAS Y ESPERAR EN EL. Dios nos da la fe para creer lo que la Biblia dice que El es, y lo que nosotros somos y esperar lo que El promete. Cuando nosotros en fe levantamos los ojos al cielo y recordamos las promesas de cielo nuevo y tierra nueva donde Dios estará presente y El nos promete que nosotros estaremos allá, el corazón se inflama de gozo y alegría ante tanta bendición que sabemos que no merecemos. Por tanto, meditar en sus promesas llena el corazón de gozo y alegría que estimula nuestra boca a alabarle, a dar acciones de gracias y a contar a otros lo que Dios ha hecho por nuestras almas, ¡alabado sea Su nombre por siempre!
v.14-16 DIOS SABE LO QUE SOMOS. “El conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo”. Dios sabe lo que somos, y nuestro días de peregrinar están contados, nosotros no lo sabemos, no son muchos, pero Dios sí sabe cuándo es nuestro fin. Somos frágiles y perecederos y delante del Todopoderoso somos como gusanos del polvo. Nuestros días son como la hierba del monte (I Pedro 1:24, Isaías 40:6-9). Lo único que permanece es la Palabra de Dios.
¿Hemos pensado alguna vez lo que en verdad somos? Tan grande es nuestra incredulidad que se esconde en el corazón, que muchas veces pedimos a Dios no con ruegos sino con mandatos, no pensando que El es mas sabio que nosotros, sino dándole direcciones de cómo seria la mejor bendición para nosotros, nos consideramos suficientes sabios y capaces para dirigir a Dios.
Meditación del 24 de Febrero
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer” (Romanos 15:13).
El verso es una oración a favor de los creyentes en Roma. Pide con el fin de que fuesen llenos de gozo y paz, lo cual tiene como efecto propio ensanchar la esperanza cristiana.
Esto significa que sólo y únicamente Dios puede dar paz y gozo, con el poder del Espíritu Santo y por medio de Su Palabra. Ciertos dones pueden ser obtenidos por esfuerzo propio, sin embargo hay otros que Dios da por medio de la oración. Llevar el alma humana a esa dulce y deleitosa quietud es prerrogativa divina.
O el hecho que Pablo rogase por los creyentes en Roma, es que sólo Dios puede dar al corazón ese estado tan deseado, no podemos sin Su bendición.
Los creyentes son como los bebés, pueden ponerse nerviosos, atormentarse por sí mismos, pero no sosegarse, y mucho menos gozarse. Llevarlos a gozo y paz es obra del Espíritu de Dios. La oveja puede extraviarse, pero sola no puede volver al rebaño, el pastor ha de traerla. Si el auto se descompone, el mecánico debe repararlo. Disfrutar la vida cristiana, o vivir en gozo y paz es obra de Dios.
Dicho de otro modo, estas gracias no son adquiridas, sino infundidas o concedidas, son dones del Señor. Y agregamos que serían concedidas en sus propios medios, la oración y fe Su Palabra. Un hombre pudiera hacer lo que la Biblia manda para tener gozo, pero si no tiene la bendición del Señor, no podría gozarse. Eso es prerrogativa divina: “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican” (Salmo 127:1).
Vivimos una vida sumamente agitada, hay no pocas tensiones dentro y fuera del hogar. Necesitamos la paz de Dios que sosiegue y no nos deje zozobrar.
Al presente, pues, es necesario que el Señor nos vea con ojos de misericordia y nos bendiga con esta petición: “Nos llene de todo gozo y paz”.
Además que estamos más cerca de la gloria que cuando creímos, ahora más que antes es necesario ser llenos del gozo que prepara el alma para el cielo. El gozo del alma saludable que está más próxima del final glorioso. Es, pues, por medio de este gozo celestial, que el Señor Jesús infunde al corazón creyente seguridad de Su eterno amor, y que por gracia nos pertenece la vida eterna. Amén.
P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org
martes, 23 de febrero de 2010
Instrumentos para Dios.1
¿Qué es un instrumento?
Un instrumento es toda aquella herramienta empleada con un fin. Hay muchos tipos de herramientas, pero todas tienen un fin.
¿Cuál es el fin primordial del ser humano?
En ignorancia, pecamos contra Dios porque:
- no nos damos cuenta de nuestra condición como instrumentos
- no sabemos por qué y para qué fuimos creadas, y cuando lo sabemos, no hacemos caso
- vamos por la vida ignorando cualidades como conocimiento, responsabilidad, fe, etc., cualidades para desarrollar capacidades y habilidades como instrumentos
Pablo enseña que hay vasos -instrumentos- creados para perdición; y hay vasos creados para magnificar la gloria de Dios.
Pensemos en esto por un momento. Dios nos ha creado, hecho, mujeres. ¿Tiene sentido rebelarse contra esto? ¿No sería más sano estudiar el asunto y crecer en la búsqueda de la voluntad de Dios para nuestras vidas?
Decir que Jesús es Señor significa:
- que El es el legítimo Rey del universo
- que El gobierna sobre todo
- que El es comandante de todos los ejércitos celestiales y de todos sus instrumentos -soldados cristianos- aquí en la tierra
- que El reina ahora y hasta que ponga a todos sus enemigos por debajo de sus pies
- que El es triunfante sobre el pecado y la muerte y el dolor y Satanás y el infierno, y que El establecerá su reino de justicia y gozo en la tierra y reinará por siempre y para siempre para la gloria de Su Padre.
¿Creemos esto?
Este es el punto de partida. Nada sucede por casualidad, puesto que Dios es soberano y gobierna todas las cosas. Luego entonces Cristo nos escoge, llama, convierte, santifica, para nosotras ser instrumentos de Su voluntad como mujeres, esposas, madres, amas de casa, profesionales, artistas, etc.
Somos personas diseñadas para encarnar la imagen de Cristo en nuestras palabras, hechos, pensamientos, a quienes nos rodean. De modo que nuestras decisiones afectan a otros. Muy en particular a nuestra familia: esposo e hijos. Muchas veces no tenemos ni idea de cuán determinante es nuestro ejemplo para nuestros hijos, ellos ven:
- si somos amables, bondadosas, con los de fuera, pero ásperas e irritables en casa
- cómo reaccionamos frente al semáforo... para no llegar tarde al colegio
- escuchan cuando inventamos excusas para no contestar el teléfono [porque no deseamos hablar con la persona que llama]
- oyen nuestro lenguaje y forma de hablar, aquellas palabras que jamás usaríamos en público
- saben si amamos o menospreciamos a otros, en especial a su papá
Nuestros hijos saben cuáles son las normas reales que nos gobiernan cada día. No lo que hemos dicho, sino las que en verdad son. ¿Cómo lo saben? Porque son nuestros íntimos, nos conocen mejor que nadie y más de lo que una se imagina.
Vive con Juan un mes, y te diré quién es.
¿Estamos preparadas para rendir cuentas?
¡Es de rodillas que debiéramos vivir todo el tiempo!
Nuestros hijos necesitan con urgencia ver cómo es Dios.
- porque el propósito y destino final es que seamos santos,
- porque el precio pagado fue la sangre misma de Cristo
- porque los santos ven y conocen a Dios
- porque hemos de prepararnos para que todos juntos vivamos libres de pecaminosidad
- porque nuestro ejemplo es definitivo para inspirar a nuestros hijos y a otros para que escojan o rechacen los caminos de Dios
2 Corintios 3:1-3
¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros?
Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres... sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
¿Puedes verlo? Nuestras cartas de recomendación son nuestros propios hijos, conocidas y leídas por los demás... ¿son ellos cartas de Cristo? ¿Qué escribimos cada día?
TAREA: ¿Qué significa esto?
1 Timoteo 2:15... pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
Salmo 103: El gran amor de Dios por nosotros.2
Un corazón agradecido crece en fe y esperanza en las promesas de Dios y
hace su deber y espera paciénteme en Su Señor. Creamos las Promesas de Dios.
Queramos o no, diariamente somos observados por los que nos rodean y más importante es nuestro ejemplo si somos madres con hijos en la casa.
¿Alguna vez has pensado qué herencia pudieras traspasar a la próxima generación tuya con tu ejemplo? El efecto de los medios de comunicación es muy grande en nuestros días. Cuando miramos a un joven con pantalones de un tamaño mucho más grande, con muchos tatuajes, con muchos aretes, con el pelo de colores llamativos, etc., decimos que sus valores son mundanos. Y nosotras, ¿Cuándo los demás miran nuestra apariencia en el vestir, caminar y nos oyen hablar pudieran decir que tenemos una conducta casta, respetuosa, temerosa de Dios y apartada del mal?
¿Has pensado alguna vez que el ejemplo que tenemos en nuestra conducta y hablar será el que van a imitar nuestras hijas? ¿Has pensado alguna vez en las debilidades de Israel?
La Palabra de Dios nos dice que hay muchas cosas escritas que sucedieron al pueblo de Israel y que se escribieron para que sean ejemplos para nosotros para no tropezar y caer. Dios nos advierte al relatarnos lo sucedido para que no hagamos lo mismo (I Corintios 10: 11-12).
¿Qué podemos aprender del pueblo de Israel? ¿Cuáles fueron las causas de rebeldía de Israel con Su Señor? Idolatría, Incredulidad e Ingratitud. Veamos:
Idolatría: Tomaban la costumbre de los pueblos, veían que eso les prosperaba, les daba alegría y aparente felicidad, y la imitaban. (Salmo 106:35-36) Sensualismo, pragmatismo y humanismo gobernaban su corazón.
¿Qué Dios nos advierte? Cuidado con imitar las costumbres, vanidades, apariencia, forma de hablar, forma de vestir, prioridades y conducta, en especial en nuestros tiempos que la comunicación tiene tanta influencia en nosotros. (Salmo 106:39-40). ¿Qué valoras o estás adoptando de las costumbres del mundo? ¿Hay algo que te diferencia de los demás?
Incredulidad: Se guiaban por sus sentidos y menospreciaban la Palabra de Dios para hacer lo que les parecía era lo mejor. No confiaban y esperaban en Dios y sus promesas, y con incredulidad murmuraban y se quejaban de lo que les sucedía (Salmo 106:19-21; 24-25; 26-29; 32-33).
Ingratitud: Se olvidaban fácilmente de todo el bien que Dios les hacia y pensaban que por sus propias fuerzas, talentos y capacidades podían obtener lo que deseaban sin la ayuda de Dios. Esto no ocurre de forma abierta y provocativa, pero sí en los hechos (Salmo 106:10-15). ¡Cuidado cuando pensamos que obtenemos lo que queremos sin hacer lo que Dios nos manda, porque puede ser un castigo de Dios! ¡Cuidemos las motivaciones del corazón! Los deseos del corazón generalmente disfrazan las motivaciones para presentarlas lógicas y razonables al entendimiento.
¿Hay un corazón quejumbroso, descontento, impulsivo y murmurador que abre su boca dejando salir la amargura de su corazón?¿Quieres que tu hija sea como tú, imitando tus debilidades? (Ezequiel16:44).
¿Qué herencia queremos y podremos dar a nuestras hijas? ¿Queremos ser alabadas por nuestra conducta? La mujer que teme a Jehová esa será alabada (Proverbios 31:30b).
¿Qué procurar primero? Cultivar un corazón agradecido y temeroso a Dios. En Proverbios 31:30 se nos enseña que: La mujer que teme a Jehová esa será alabada.
¿Cómo cultivar un corazón agradecido hacia Dios? (Salmo 106:42-48) Reconocer nuestro pecado e ir a Dios en arrepentimiento, y clamar por misericordia para que El incline su oído y escuche nuestro clamor, y cultivar un corazón agradecido que alabe y bendiga su Nombre y recuerde sus muchas bendiciones hacia nosotros cada día.