(R.C Sproul sobre los riesgos del Facebook)
¿Debieran los cristianos aparecer en Facebook? ¿Qué sobre el tema de privacidad, popular en las noticias en los últimos días?
A veces me pregunto si el diablo no obtendrá gran placer en la ironía, en ver cómo nos volcamos hacia afuera mientras perdemos el punto. Aparezco en Facebook, y por ende sostengo una tentativa convicción de que tal cosa es aceptable para el cristiano; sin embargo hay un cierto número de razones preocupantes que debiéramos considerar.
Tocar el tema de la privacidad es la última de estas razones.
Pero el controversial y muy público anuncio de la compañía sobre cambio de política respecto a la privacidad es lo que ha preocupado a la mayoría de cristianos.
¿Cómo puede alguien que utiliza una tecnología que dice al mundo "mírenme, aquí estoy" quejarse de que el mundo hace eso precisamente?
Es muy fácil obtener privacidad para cualquiera que la desee. No usar Facebook. Y si está en ello, parar. Hay un rugido moral apoyado en razones equivocadas. Estamos horrorizados con los dueños de Facebook por atreverse a cambiar su política (lo cual, recuerden, pueden hacer a su discreción) en lugar de estarlo con nosotros mismos por quebrar de manera implícita el Octavo Mandamiento.
Creemos que ser usuarios de Facebook nos convierte en dueños de Facebook, y demandamos esto o aquello a los verdaderos dueños.
Dicho lo anterior, he aquí algunas inquietudes reales sobre Facebook.
(1) ¿Se ha convertido en dios para mí? Cuando el Señor nos ordena a no tener dioses ajenos delante de El, no quiere decir que tengamos listas y demos a El el rango más alto, sino más bien se refiere a Su Presencia. Si Facebook te resulta tan necesario, posiblemente requieras parar.
(2) ¿Se ha convertido en ídolo? ¿Has confundido su realidad con la verdadera realidad? ¿En verdad crees que tienes 200 amigos?
(3) ¿Has tomado el nombre de Dios en vano? Es decir, en momentos de debilidad, ¿has puesto una mala cara -públicamente- sobre tu testimonio cristiano? ¿Te ríes de tus viejos pecados con aquél viejo compañero de colegio o del bachillerato?
(4) ¿Te provee Facebook la paz del Señor, o te agita? (Y por favor considere la muy real diferencia existente entre la paz que sobrepasa todo entendimiento y la "paz" que recibimos cuando alimentamos un hábito o tenemos una costumbre). ¿Me siento airado si no logro conectarme? ¿Me siento feliz luego de estar ahí?
(5) ¿Estoy dando honor a quienes están en autoridad sobre mí? Esposas, ¿has fallado en honrar a tu esposo porque estás muy ocupada leyendo sobre tus amigos? Hijos, ¿han fallado en honrar a sus padres porque están muy ocupados enviando notas sagaces?
(6) ¿Honra la vida esta clase de tecnología? El mundo cibernético puede ser desierto estéril, y no porque esté lleno de apuestas y pornografía, sino porque no es real, porque es gnóstico.
(7) ¿Amas a tu cónyuge en Facebook? ¿La nostalgia de encontrar viejos amigos estimula tu insatisfacción? ¿Estás secretamente buscando aquélla antigua novia o viejo enamorado? ¿O has caído ya en adulterio simplemente por desear tener 16 años otra vez? ¿Ignoras que Facebook fácilmente evoluciona a relaciones pornográficas? La seducción de la pornografía consiste en creer que puedes obtener el gozo de la unión sexual sin tener relaciones reales con una persona real. La seducción de Facebook es idéntica.
(8) ¿Robas a tu empleador al no cumplir tu jornada laboral completa por estar gastando tiempo en "Farmville", o ser un "Mafia Don"? O quizás sencillamente gastando horas de trabajo jugando.
(9) ¿Mientes? ¿Es el Facebook que presentas tu verdadero Yo? Esta tecnología posee la insidiosa capacidad de ocultar la realidad y de engañarnos al pensar que somos lo que vemos.
¿Por qué todas nuestras actualizaciones son acerca de victorias -"acabo de hacer galletas para mis niños", "mi hijo acaba de pegar un jonrón"- y no escribimos sobre fallas: "le grité a mi pequeña hija", "olvidé la computadora en el asiento y ya no está"?
Vigila este punto cuidadosamente.
(10) ¿Está Facebook alentando contentamiento o resentimiento? ¿Estás codiciando la cuenta de amigos de tu vecino? ¿Estás celoso de cuántos gustan sus comentarios comparado con los tuyos? ¿Estás contento con tu vida real, la que has abandonado mientras te inclinas sobre el teclado?
Por favor no malinterprete este ejercicio de pensamientos. Sospecho que podríamos recorrer los Diez Mandamientos en el contexto de nuestra iglesia y hallaríamos muchas de las mismas tentaciones. Esto no significa que debiéramos alejarnos de la iglesia.
Significa que debemos conocer y saber deliberadamente lo que hacemos y por qué lo hacemos.
Deliberar comienza afirmando que mi corazón no solo es desesperadamente malvado sino también engañoso. No necesitamos proteger nuestra privacidad. Necesitamos exponer nuestros pecados a la luz, traerlos a la luz de la Escritura de modo que podamos arrepentirnos y creer, y que Su faz resplandezca sobre nosotros.
http://allsufficientgrace.wordpress.com/2010/05/27/should-christians-be-on-facebook/
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