(autor: Dave Kraft, en The resurgence)
1) No aceptar oportunidades que podrán ser de buen uso por lo que soy, pero no del mejor uso para quien soy. Apenas la semana pasada tuve que declinar -decir que no- a dos ofrecimientos que me hicieron, de oportunidad para hacer algo.
2) Nunca decir que sí a nada, por teléfono, sin disponer de tiempo para pensar y orar por ello en primer lugar.
3) Practicar la teología de lo suficiente. No tener una lista de cosas que caen en la categoría de "sería feliz si ____".
4) Rogar a Dios que me libre de apetitos insanos por ser aclamado, aprobado, tener posición o poder u honor que empujen más y más por motivos equivocados.
5) Orar para ser liberado de la codicia por más dinero y más cosas.
6) Recordar cada día quién soy y quién no soy -y tener contentamiento con lo que soy.
7) Contar siempre con tiempo suficiente a solas con Dios, en meditación y humilde contemplación -y darle oportunidad de aquietar mi ansioso corazón y mantenerme enfocado en mis "pocos temas".
No es fácil vivir "en sencillez" en una cultura que demanda más, recompensa la competencia, admira el poder y la posición. Pero mediante la gracia de Dios procuraré vivir en bíblica sencillez.
¿Qué haces tú? ¿Necesitas alguna limpieza de primavera en tu vida o ministerio? ¿Qué tal un retiro para pensar sobre algunas cosas y recordar quién eres en Cristo y recordar los "pocos temas" que El quiere que tú seas?
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