"La manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" (Tito 2:13).
Nuestro Señor Jesucristo no solo se manifestará como Salvador, sino también como nuestro "gran Dios", y se puede adivinar qué sucederá ante tal revelación, tres versículos nos ayudaran a comprender mejor este asunto.
La luz que vino sobre los pastores en el nacimiento de Jesús: "La gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron miedo" (Lucas 2:9).
La gloria de Cristo en la transfiguración: "Se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol..los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor" (Lucas 2:2).
Y luego la aparición del Señor a Pablo (Hechos 9:3), el apóstol duró tres días ciego. Este temor o miedo se produce por causa de nuestros pecados.
Pero esta gloria, aunque muy grande, será consoladora para los santos porque Jesucristo no solo viene como el "gran Dios" sino también como nuestro "Salvador Jesucristo" y la debilidad y el pecado serán totalmente quitados.
"Así vendrá." Nada podrá retrasarlo, ni asuntos secretos evitarlo, ni artimañas corromperlo. Y cuando nadie le espere El vendrá.
¿Cuál es la mejor manera de esperarlo?
Tal como se aprende del pasaje: ocupados en las cosas de Cristo, como estaban los apóstoles cuando El se fue. Ellos estaban cerca de El, manifestándole amor y devoción; asimismo nosotros, pues nada sino santificación puede darnos consuelo en Su venida.
Los ángeles tuvieron participación en Su ida y la tendrán también en Su venida: "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos las santos ángeles con él" (Mateo 25:31). Observa el énfasis: "y todos los santos ángeles con él": el Rey y toda su corte vendrá a la tierra.
El cielo quedara vacío ya que todos los ángeles estarán presentes en este gran acto que marca el fin de este mundo. Los ángeles estuvieron presente cuando se dio la Ley en el Sinaí y estarán presentes cuando la sentencia de la ley venga a ser ejecutada en todos los que desprecian la salvación que hay en Cristo Jesús Señor nuestro.
Cristo siempre usó ángeles.
En la concepción el ángel Gabriel vino a María (Lucas 1:30).
En Su nacimiento un coro de ángeles proclamó las nuevas de salvación (Lucas 2:14).
En Su pasión fue consolado por ángeles (Lucas 22:43).
En Su resurrección hubo ángeles en la tumba (Juan 20:12).
En Su ascensión he aquí dos ángeles, y en Su venida estará acompañado de ángeles (Mateo 25:31).
Como está escrito: "Son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación" (Hebreos 2:14).
Amén.
P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org
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