viernes, 9 de abril de 2010

Meditación del 9 de Abril

“Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” (Números 13:30).


Entre el pueblo hubo una facción creyente. Su reacción fue buena, confiada no en su poder, sino en el poder y promesa de Dios: Dios conocía lo que había en el corazón del pueblo de modo que nos les mandó a espiar la tierra, más bien se los permitió para probarles lo que había en sus corazones.
Caleb salió victorioso de la prueba.

Es sabido, por la Biblia y nuestra experiencia, que en toda sociedad hay hombres y mujeres corruptos, pero al mismo tiempo es difícil que no aparezca un hombre fiel, helo aquí. Entre los doce apóstoles hubo un Judas, y entre los doce espías un Caleb y un Josué. Dios no abandonará nuestras buenas causas, aun cuando sea con muy poco.


Josué calló y sabiamente pospuso hablar para un momento más adecuado, con que sólo hablara
Caleb era suficiente. Es notorio que éste fue un hombre de fe o de mente espiritual, pues su convicción le impulsó a hablar y le sostuvo cuando toda la multitud estaba en contra de los que ellos creían.

En ningún momento se le oyó decir: "que puedo hacer Yo y Josué contra todo un pueblo, o ir en contra de diez príncipes" por el contrario mire su valentía de fe: “Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego”.

Esto es lo que llamaríamos nadar en contra de la corriente, conducir sus amigos a la verdad y los enemigos contra su persona. Aceptó el reto y enfrentó la multitud.


Aprendamos de
Caleb: cuando un hombre de convicción se dispone a defender un caso, no considera tanto el número o capacidad de sus oponentes sino la legitimidad de la causa a defender. En tales casos el individuo tampoco pone mucha atención a si está sólo o acompañado.

Será siempre el amor a la popularidad lo que arrastre muchos a equivocarse con la masa de gente. Caleb no cuidó ser popular o impopular, sino agradar a Dios. Amén.

P.Oscar Arocha, www.ibgracia.org

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