"Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7).
¿Cómo puedo ser curado del miedo torturante que acompaña al subjetivismo y prejuicios carnales?
Considera la exhortación del apóstol Pablo a Timoteo: "Por esta razón, te vuelvo a recordar que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero suyo. Más bien, sé partícipe conmigo de los sufrimientos por el evangelio, según el poder de Dios." (2 Timoteo 1:6-8).
Timoteo era dado a un subjetivismo que lo asediaba con temor, dudas, timidez. Era tan fuerte que se hizo renuente a cumplir el ministerio para el cual Cristo lo había dotado. Su miedo se intensificó cuando Pablo le escribió desde la prisión con la expectativa de que pronto moriría por su devoción a Cristo.
Pablo no trajo a colación su timidez o que obrara según sus sentimientos atemorizados: "Traigo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy convencido de que también en ti." (v.5). Timoteo era un verdadero hijo de Dios, pero a causa del subjetivismo estaban saliendo frutos contaminados por la tendencia natural de su temperamento; la fuente suya era santa, pero por descuido, el control de calidad no estaba haciendo su trabajo de purificación. Pablo entonces le dice "tienes un don, avívalo y sé dominado por el ejemplo que Dios te dió y no te avergüences y participa conmigo de la tribulación por el Evangelio".
Pablo fue detrás de la conciencia de Timoteo, le habló dura y honestamente sabiendo que después lo agradecería.
Nótese la escala: "Por lo cual" (v.6), porque sé que eres Creyente. "Porque" (v.7) tengo razones para mandarte a que no confíes en la carne. "Por tanto" (v.8), puedes hacerlo, solo debes luchar con ahínco. Hay un mensaje central: "Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder" - no seas dominado por lo que sientes dentro de ti sino por el espíritu que Dios nos ha dado. "Nosotros" Pablo se incluye a sí mismo, se dirige a todos al igual que a Timoteo, todos los que han sido llamados al ministerio, pero no se restringe a pastores o ministros del Evangelio sino que se describe un espíritu dado por Dios a todo creyente.
Nosotros, en vez de tú: Pablo se incluyó a sí mismo para agotar la impresión plena, aunque gigante espiritual era también hombre y no había sido glorificado, aunque había alcanzado un alto grado de santificación. Estaba en la cárcel y esperaba la muerte, su humanidad tuvo que haberle llevado a algunas tentaciones ligeras para rechazar el Evangelio y escapar de la tribulación. Pablo pone a prueba lo que escribía: si sentía temor no provenía de Dios, porque el espíritu de Dios es de poder, amor y mente sana.
Al pueblo de Dios se le presenta alternativa para no ser dominado por el sentimiento o por factores subjetivos y sin importar cuál sea tu temperamento, Dios ha provisto la alternativa de ser controlado por un espíritu suficiente dado por Dios, Espíritu de poder.
Se trata de aquel Espíritu que nos trae segundos pensamientos mejores que primeros, y aquí el Señor los presenta a Timoteo por medio del apóstol Pablo.
El Espíritu de Gracia los ha traído, los trae y lo seguirá haciendo, presentados a todos los hijos de Dios hasta el día de la eternidad.
Amén.
P.Oscar Arocha; www.ibgracia.org
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