A= X + Y + Z
Como Einstein continuara en silencio, el hombre entonces preguntó el significado de la fórmula.
-Muy sencillo -respondió el científico: A equivale al éxito, X significa trabajo y Y la providencia (Einstein no creía en la suerte).
-¿Y la Z? -interrumpió el hombre.
-La Z es el silencio -fue la sabia respuesta.
No sabemos si la anécdota es cierta o no. Pero la sabiduría de la respuesta debiera hacernos pensar más. ¿Enseñamos a nuestros hijos el valor del silencio? ¿Cómo alcanzar gracia y sabiduría al hablar? ¿Qué hacer para ello? ¿Enseñamos el valor del trabajo, de la providencia?
Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene (Proverbios 25:11).
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse. ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre (Santiago 1:19; 3:13).
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