No es necesario reensayar la devastación. Haití está destruído.
Algunos de nuestra iglesia hemos hecho trabajo misionero en Haití en el transcurso de los años. Una enfermera que ha hecho misiones médicas recordaba grandes espacios de terreno carentes de árboles. La pobreza es tan profunda, que han ido tras la vegetación como combustible. El hambre es tan desesperante, que se han comido los pájaros.
Ella dijo que no hay cantos de pájaros en Haití porque han cortado todos los árboles y se han comido los pájaros. Esta es una imagen vívida de la pobreza de Haití.
Si bien es verdad material, más importante es que se trata de una amenaza a la verdad espiritual. ¿Dónde está la esperanza en Haití? ¿A quién llorarán los árboles si no hay nadie? ¿Quién hablará en medio de la desesperanza? ¿Quién será luz en la oscuridad?
La Iglesia.
Como siempre lo ha sido, y siempre será. La Iglesia estaba en Haití mucho tiempo antes que el terremoto, y la Iglesia estará ahí mucho después que el radar de CNN lo hayan retirado de Haití, mucho tiempo después que las conversaciones se hayan secado alrededor de los pozos de enfriamiento de agua internacionales.
La Iglesia continúa en Indonesia, reconstruyendo después del tsunami. La Iglesia se halla en Louisiana y Mississippi, reconstruyendo luego del huracán Katrina. La Iglesia se halla en El Salvador luego de su terremoto. Todavía permanece en Texas luego del huracán Ike. Todavía en los límites más lejanos del mundo.
La Iglesia continuará ahí porque nuestro Dios omnipresente es el único Dios y Su Hijo Jesús gobierna la tierra.
La gente de la Iglesia Misionera de Dios será el canto de los pájaros de Haití, cantando con corazones y manos del amor de la gloria de Dios dentro y sobre ese país.
via The Gospel-Driven Church by Jared on 1/19/10
http://gospeldrivenchurch.blogspot.com/2010/01/songbirds-in-haiti.html
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