lunes, 4 de enero de 2010

Teología del Aguijón en la Carne

Sí, podemos llamarlo así.

O que nuestra felicidad no es el principal objetivo de Dios. Más bien, se trata de que lleguemos a ser el hombre o la mujer que Dios ha llamado a ser, conformados a Su imagen.


Aceptemos el sufrimiento y las dificultades, en lugar de negarlas.

Observa las palabras de Pablo: y para que no me enaltezca sobremanera por la grandeza de las revelaciones, me ha sido dado un aguijón [una estaca] en la carne (2 Corintios 12:7).


¡Cuán importante es que aprendamos a ver las cosas como el plan de Dios para mantenernos en humildad!


2 comentarios:

Luis O. Arocha dijo...

Nuestra felicidad si es el objetivo principal de Dios. Y nuestra mayor felicidad esta en ser como Cristo, en ser conformados a su imagen. Para Dios, nuestra felicidad y santidad nunca son objetivos conflictivos.

Nuestro problema es que muchas veces erramos sobre donde y como alcanzar nuestro gozo.

Juan 15.11
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

Las palabras de Cristo son para nuestro mayor gozo.

2 Corintios 1.24
24 No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.

Filipenses 1.25
25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe,

El apóstol Pablo resume su labor como un esfuerzo para el gozo de los cristianos.

*** dijo...

Ser conformados a la imagen de Cristo es primario. Esto puede incluír cosas agradables y desagradables en nuestra vida [como escribe David en el salmo 23].

Felicidad y santidad no son objetos conflictivos porque felicidad deriva del hecho de ser conformados, si perseveramos en santidad.
Porque somos santos, somos felices. Pero no al revés.