Sí, podemos llamarlo así.
O que nuestra felicidad no es el principal objetivo de Dios. Más bien, se trata de que lleguemos a ser el hombre o la mujer que Dios ha llamado a ser, conformados a Su imagen.
Aceptemos el sufrimiento y las dificultades, en lugar de negarlas.
Observa las palabras de Pablo: y para que no me enaltezca sobremanera por la grandeza de las revelaciones, me ha sido dado un aguijón [una estaca] en la carne (2 Corintios 12:7).
¡Cuán importante es que aprendamos a ver las cosas como el plan de Dios para mantenernos en humildad!
2 comentarios:
Nuestra felicidad si es el objetivo principal de Dios. Y nuestra mayor felicidad esta en ser como Cristo, en ser conformados a su imagen. Para Dios, nuestra felicidad y santidad nunca son objetivos conflictivos.
Nuestro problema es que muchas veces erramos sobre donde y como alcanzar nuestro gozo.
Juan 15.11
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Las palabras de Cristo son para nuestro mayor gozo.
2 Corintios 1.24
24 No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.
Filipenses 1.25
25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe,
El apóstol Pablo resume su labor como un esfuerzo para el gozo de los cristianos.
Ser conformados a la imagen de Cristo es primario. Esto puede incluír cosas agradables y desagradables en nuestra vida [como escribe David en el salmo 23].
Felicidad y santidad no son objetos conflictivos porque felicidad deriva del hecho de ser conformados, si perseveramos en santidad.
Porque somos santos, somos felices. Pero no al revés.
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