La verdad, no estamos hechos para ser llaneros solitarios. La familia de Dios está llena de segundos intérpretes, hombres y mujeres que con fidelidad y diligencia sirven de apoyo a los “héroes” de primera fila.
En la vida real no hay lugar para Llaneros Solitarios ni súper estrellas espirituales. Que ocurran, no sólo es peligroso sino absolutamente contrario a la voluntad de Dios.
Examina lo siguiente:
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
Eclesiastés 4:9-12
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