sábado, 9 de enero de 2010

Jornadas

Luego es difícil seguir las batallas porque no llevamos un diario personal, no tenemos la costumbre de escribir sobre los sucesos de nuestras luchas.

Te sugerimos empezar hoy, llevar nota de tus aconteceres y acciones (no reacciones), en especial frente a tentaciones particulares.
Y analiza tus respuestas a estas preguntas:
* ¿Cuándo suceden, en qué momento? ¿Qué sucedió ese día o en ese momento, que me tentó de cierta manera?

* ¿En qué estaba pensando? ¿En qué consistió mi tentación?

* ¿Qué hice al respecto? ¿Qué acciones tomé?

* Si no tomé alguna acción, ¿cómo sucedió esto?

* Si tomé alguna acción pero caí en tentación, ¿Qué hice después, al darme cuenta?

* ¿Me recuperé? ¿Hubo o hay efectos secundarios?

Mantener un diario nos ayudará a a descubrir nuestros puntos flacos, a conocer patrones internos en ideas o conductas pecaminosas, a reconocer qué o quiénes son los modelos que seguimos, a darnos cuenta que tenemos profunda necesidad de misericordia y gracia cada instante, cada día. Y, por supuesto, nos ayudará a evitar los disparadores de cada tentación particular.
Vayamos a Dios, que no hay más. Constantes en oración.

No hay comentarios.: