martes, 5 de octubre de 2010

Lo que no es perdonar.2


¿Qué sucede cuando no hemos pecado, sino más bien otros han pecado contra uno? ¿Qué hacer? El sermón del Pastor Mark Driscoll (this week’s sermon on Luke 11:1-4,)se enfoca en la Oración del Señor, en particular en cómo Jesús encara el pecado que se comete en contra de uno, y explica que hay dos opciones: perdonar o amargarse. Perdonar es la opción bíblica. 
He aquí un resumen. Si desea leerlo completo o incluso descargarlo, here.

5. Perdonar no es olvidar.
Uno de los grandes mitos cristianos. 
Bueno, perdona y olvida.” 
No, no es así. No puedes perdonar y olvidar. No puedes.

Fuiste violada, molestada, maltratado, golpeada, traicionado, abusado, mentido. “¿Olvidarlo?” No. Es imposible. 
Algunos citan el libro de Jeremías, donde dice que Dios no recordará más el pecado. Y argumentan “¿ves? Dios no recuerda nuestro pecado.” 
Pero deja decirte esto: Dios recuerda nuestro pecado. El es omnisciente, todo lo sabe, no olvida nada, sabe todas las cosas, ¿correcto?
Si Dios en los cielos dijera “olvidaré un montón de cosas”, cesaría de ser Dios.
¿Qué significa entonces que Dios no recuerda más el pecado?
Significa que Dios ha escogido no interactuar con nosotros basado en lo que hemos hecho, sino que interactuará con nosotros basado en lo que Cristo ha hecho. 
Significa que ha escogido vernos como nuevas criaturas y ha escogido trabajar por un nuevo futuro. 
Significa que el primer pensamiento de Dios hacia nosotros no es el pecado que hemos cometido, sino la obra que Jesús ha hecho por nosotros y en nosotros, y por gracia, seguirá haciendo.
No significa que Dios no tenga ni idea de lo que hiciste ayer. Dios no olvida nada.
Luego veo esto en consejería, cuando alguien peca contra otro y dice “no debieran ni recordar eso.” Es imposible. Recientemente me encontré en una situación donde el esposo cometió adulterio. Lo miré y le dije algo así: “Te acostaste con la mejor amiga de tu mujer. Ella nunca olvidará eso. Ahora bien, puede escoger no interactuar contigo a la luz de eso. Ella podría escoger perdonarte. Pero nunca olvidará lo sucedido, porque fue un cataclismo." 

6. 
  1. Perdonar no es cesar de sentir dolor.

El hecho de doler no quiere decir que has fallado en perdonar. Todavía duele. Algunos han hecho cosas horribles contra ti. Cosas horribles hechas a ti. Con toda sinceridad, lo siento.
Y sería cruel decir “si los perdonaste no debiera dolerte más.” Claro que duele.  
La Biblia dice que nuestras lágrimas secarán en la resurrección de los muertos, cuando llegue el reino. Significa que lloramos todo el camino hasta Jesús. Todavía duele. 
Está bien que lo sientas.

7. Perdonar no es un evento aislado.
No es que perdonaste y se acabó. A veces, continúa la pecaminosidad y es necesario continuar perdonando. Otras veces has perdonado, pero luego hay momentos emocionales donde se siente como la primera vez.
Conozco a una mujer cuyo esposo cometió adulterio en su contra. 
El realmente se arrepintió y ella honestamente lo perdonó, y ambos han seguido consejería bíblica y han marchado bien. Pero hay ocasiones, confiesa ella, incluso en la iglesia, cuando su esposo no ha hecho nada malo -y han pasado años del suceso- y ella lo ve hablando con otra mujer, y la sola ocasión de verlo en tal circunstancia levanta en su alma todo aquel antiguo sentimiento de traición. Y necesita perdonarlo una vez más por lo que sucedió en el pasado.
Algunas veces requerimos perdonar constantemente.

8. Perdonar no es descuidar la justicia.
Puedes perdonar y llamar a la policía y arrestarlos. 
Puedes perdonar y testificar en su contra en un tribunal. 
Romanos 13 insta a obedecer al gobierno.

Algunos dirán “creí que me habías perdonado.” Sí, hemos perdonado. Pero has cometido un crimen, violado la ley. Y eso trae consecuencias.
Si has robado, debes restituir. Si has mentido, necesitas ir y decir la verdad.
Puedes perdonar y perseguir justicia.

9. Perdonar no es confiar.
Escucho lo siguiente todo el tiempo: 
Mi papá abusó de mí. Me ha pedido perdón. ¿Puede cuidar a mis hijos pequeños?.” 
No. De ninguna manera.
Mi novio o mi esposo me golpeó, pero me ha pedido perdón. ¿Podemos dejarlo como estaba y seguir adelante?" 
No. De ninguna manera.
Sabes, la confianza se construye lentamente. Se pierde muy rápido. 
La confianza se construye lentamente.
Aquellos de ustedes con cierta simpleza, aprendan a otorgar confianza lentamente; se pierde muy rápido. Algunos entregan todo el corazón y nunca lo recuperan. Otórgalo paso a paso, y si alguien peca groseramente contra ti, la confianza debe reconstruirse con el tiempo. No es confiable, de confiar. 
Algunas personas podrán ser confiables si hay frutos y arrepentimiento continuos luego de recibir ayuda. Otras gentes nunca serán confiables porque sencillamente el riesgo es muy alto. 
Especialmente con niños, porque son vulnerables.

Hemos de ser extremadamente cuidadosos con aquellos en quienes confiamos.

10. Perdonar no es reconciliar.
No se trata de andar juntos y que todo esté bien. Cerraste el capítulo y todo ha vuelto a lo normal. No es cierto. Toma una persona arrepentirse. Toma una persona olvidar. Pero son necesarias dos personas para reconciliación.
Pablo dice “en todo lo que esté a tu alcance, procura vivir en paz con todos.” Analiza lo que dice: “haz lo mejor de ti, pero nunca estarás en paz con cada uno. Si no logras paz, procura no tener tú la culpa.” Toma dos personas reconciliarse.
Una amiga mía está en proceso de divorcio ahora mismo porque ella reconoce su pecado, el problema realmente es del marido; ella dice “te amo y te perdono, si te reúnes a consejería, te sometes a las autoridades de la iglesia, extenderé mi mano hacia ti y nos podemos reconciliar y salvar este matrimonio.” 
El contesta “no. yo no he hecho nada malo, no tengo por qué escuchar al pastor ni buscar consejeros, no necesito escuchar a nadie. Es tu culpa.
No habrá reconciliación. No con un hombre así. Arrepentirse toma uno, perdonar toma uno, reconciliarse es de dos.
Perdón y Justicia
Al oír estas cosas, en algunos de ustedes -igual que en mí- se levantará un fuerte sentido de justicia. Dirán “si perdono, ¿dónde está la justicia?
Amados, la justicia llega por medio de Jesucristo.
O bien los otros vendrán a fe en Cristo y tú obtendrás justicia en la cruz, donde Jesús derramó su sangre por sus pecados así como la derramó en tu lugar por tu pecado, porque el Señor sabe que hemos herido a otros también. 
O, si permanecen no arrepentidos, tu perdón no significa que en última instancia sea final.

Pecaron contra ti y contra Dios, y a medida que perdonas, los dejas en manos de Jesús. Y si continúan en su estado de no arrepentimiento y no procuran al Señor buscando ser perdonados, enfrentarán a Cristo al final. Y serán juzgados y sentenciados a tormento eterno consciente en el infierno, sufrirán por la eternidad por todo su pecado, pagando así su deuda eterna al Dios viviente.
Al perdonar, no se descuida la justicia.

Dejamos en manos del Juez perfecto ejecutar justicia perfecta, bien sea en la cruz o en el infierno; de cualquier modo se hará justicia.
Perdonemos a la luz de esto.
P.Mark Driscoll. http://blog.marshillchurch.org/2010/09/27/10-things-forgiveness-is-not/

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