¡La realidad es que todos hemos sido personas difíciles alguna vez! (y quizás todavía).
El P.Lane ofrece la siguiente lista de lecciones-guía sobre cómo el Evangelio puede ayudarnos en relaciones difíciles.
Hay dos pasajes bíblicos centrales: 1 Pedro 4:8 y Efesios 3:14-19.
- Mantener el corazón en el radar, todo el tiempo. Tu corazón y el de los demás.
- Definir la agenda con claridad. Dios es quien establece la agenda, recordar esto casa día nos ayudará a mantenernos bajo Su mirada. Si Dios es quien lo hace, el resultado final será amar a la otra persona en lugar de protegerme de ella.
- Definir metas bíblicas realistas y optimistas.
- Redefinir el amor. No hemos sido llamados a “componer” a los otros, sino a servirlos.
- Proporcionar esperanza.
- Llamar a servir a la otra persona.
- Conectar tal persona con el cuerpo de Cristo, la Iglesia.
- Colaborar con sabiduría.
- Conectar la persona con Cristo mismo.
- Recordar que todos somos personas difíciles.
Timothy S. Lane.
Helping ‘difficult” people in your church. 2010, CCEF
1 comentario:
Excelente y necesario recordatorio.
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