domingo, 1 de marzo de 2009

¡Ochenta!

Jay Adams escribe lo siguiente al celebrar 80 años de vida:

¡Ochenta años! Nunca creí que viviría tanto tiempo. Me pregunto qué tendrá en mente el Señor para que yo realice en estos últimos años que me restan. Seguro que sin algún proyecto o proyectos, me secaría y desaparecería. En el tiempo sabré si escribir o no estos blogs es actividad valedera. Pero por ahora, además de enseñar en mi iglesia, esta es mi actividad principal.

A los ochenta, uno comienza a tener limitaciones físicas. No camino bien, solo medio bien. Todavía puedo manejar, pero no lo hago –a menos que sea al pueblo cercano a 5 millas, donde hacemos nuestras compras. Mi vista es buena –los implantes oculares me han ayudado durante veinte años. ¡Todavía veo mejor con ellos que cuando era un niño! El oído sí me da tormento, pero no si me hablas un poco más alto! ¿Qué fue lo que dijiste?

Me he dado cuenta –de la cual estoy profundamente agradecido- de que todavía tengo intactas todas mis facultades mentales. Aunque quizás algunos digan que nunca estuvieron intactas. Puedo decirles que han habido pocos cambios –al menos desde mi perspectiva. Este hecho, y también porque ya no camino mucho es una razón para gastar el tiempo escribiendo. Puedo estar sentado y hacerlo. Y, de vez en cuando, alguien podría recibir ayuda por algún escrito particular.

A los ochenta, debiera tener algún sabio consejo para dar a los jóvenes. Veamos, si tuviera que escoger una sola cosa, que fuera de importancia, ¿cuál sería? Mmmmm…

¡Sé una! Prepárate para la vejez. Cierto, puede que no llegues; algunos de mis estudiantes ya han muerto. Si no tienes actividad para realizar en el Señor, lo más probable es que termines siendo una persona vieja amargada y llena de resentimientos. Siempre hay algo por hacer mientras haya control de las facultades básicas. Si estás encamado, puedes orar. Mi hijo Todd sufre esclerosis múltiple, anda en silla de ruedas, estudia griego, hebreo, y además escribe. Es un hombre que cuando sea viejo no solo tendrá un legado sino algo de valor en servicio al Señor.

Las personas ancianas tienden a mirar hacia atrás, según me han dicho. Yo nunca he sido así. Quizás esta sea una de las cosas por llegar. La verdad es que siempre estoy mirando hacia adelante: ¿Cuál es lo siguiente? ¿Qué aprender? ¿Qué experimentar? Pienso que esta orientación me ha servido para estar actualizado hasta donde puedo –dadas mis limitaciones físicas. En mi interior no pienso en mí mismo como anciano. Solo pienso “he aquí otro día –¿qué podré hacer hoy?” Pienso que mantener esta orientación me ayudará razonablemente a estar bien unos años más. Si Dios quiere. Somos inmortales hasta que Dios termine con nosotros, como escribí en mi blog anterior.

http://www.nouthetic.org/blog/?p=700

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Jay, tienes una fuerza espiritual que te ha sido regalada. Feliz Cumpleanos. Cristo te ha bendecido con una larga vida que a tu edad es muy beneficiosa y con animo de hacer muchas cosas positivas. Por lo que deduzco vives en un pueblecito de iberoamerica. Yo soy espanola y vivo en Inglaterra. Las cosas en estos momentos son muy dificiles para muchas familias en el mundo. En primer lugar por la crisis y en segundo lugar por la falta de valores eticos y religiosos, todos nos hemos vuelto muy materialistas. Nos hace mucha falta escuchar gente como tu a la que Nuestro Padre ha escogido para hablar con la voz de la experiencia, para transmitir paz y amor a todos los que le lean o escuchen. Que Dios te bendiga por tus hechos y tus palabras de Amor y Esperanza.