Cuando el apóstol Pablo se regocija a causa de la ofrenda que los filipenses le enviaron, él dice la siguiente declaración:
No es que busque la dádiva en sí, sino que busco fruto que aumente en vuestra cuenta. - Filipenses 4:17
Esta frase presenta el fundamento de la generosidad cristiana y la dualidad de todo servicio en el reino de Dios. Cuando servimos a otros estamos haciendo siempre dos cosas al mismo tiempo. Primero, estamos haciéndole el bien a nuestro prójimo y segundo (y mas fundamental) estamos haciendo tesoros en el cielo.
- Podemos dar a los que no nos pueden recompensar, porque Dios nos recompensará.
- Siempre que le hacemos el bien a otros, nos beneficiamos a nosotros mismos.
- La clave para un espíritu generoso es fe en los tesoros celestiales
Oh, Señor, auméntanos la fe para ver y anhelar más las riquezas del cielo y que esto sea un estímulo para una generosidad radical y sacrificial.
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