miércoles, 25 de febrero de 2009

37. LOS INSTITUTOS DE CALVINO

Para Calvino, la Doctrina bíblica de la Providencia no es materia de simple especulación. Al contrario, “ignorancia de la providencia es la mayor de las miserias; las más altas bendiciones se hallan en el conocimiento de ella” (1.17.11).
En esta sección desarrolla tres observaciones prácticas concernientes a la Doctrina de la Providencia.

1) La doctrina nos ayuda a enfrentar la adversidad con propiedad. Cuando reconocemos que la hostilidad y enfrentamientos que padecemos no provienen en última instancia de la mano del hombre sino de la mano de Dios, entonces seremos capaces de controlar la “ira e impaciencia” que suele tentarnos en dichas circunstancias (1.17.8).

2) Esta doctrina nos enseña cómo usar los recursos. Si alguien nos ayuda, es apropiado manifestar nuestro aprecio por esa persona, incluso al reconocer que la ayuda proviene de Dios a través de esa persona. Si nos herimos a nosotros mismos, ya sea por “negligencia o imprudencia”, lo correcto es aceptar la culpa por nuestro descuido, incluso al reconocer que el asunto ha ocurrido según “la voluntad del Señor” (1.17.9). Al enfrentar un futuro incierto, hemos de tomar y realizar todos los recursos apropiados llenos de cello y energía, aún cuando “confiamos y nos sometemos” a la “sabiduría de Dios” y colocamos los resultados en las manos de Dios (1.17.9).

3) La Doctrina de la Providencia es el soporte del creyente. Peligros, enfermedad y muerte son comunes para todos en cada instante de la vida. Ni el creyente ni el incrédulo se hallan exentos de los “innumerables males que comprometen la vida humana” (1.17.10). ¿Cómo responderá el creyente a tales incertidumbres? ¿Con ansiedad, temor, cuidado? –pregunta Calvino. “¡No!” es la pronta respuesta. “Su solaz radica en saber que su Padre celestial tiene control de todas las cosas, todo se halla bajo Su voluntad y autoridad, bajo Su sabiduría, y nada escapa a ello excepto lo que El ha determinado” (1.17.11).

No solo afirmamos que “el Señor labora en todo lugar” sino que “confiamos en que Su trabajo será para el bien nuestro” (ibid.). Ciertamente tenemos las más altas bendiciones al crecer y cultivar el conocimiento firme y sólido de esta verdad.

Blog 37: 1.17.8 - 1.17.11. Blogging the Institutes. Guy Waters http://www.reformation21.org/calvin/2009/02/blog-37-1178-11711.php

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