Los Institutos constituyen la presentación positiva de la fe y doctrina cristiana. Pero son algo más: una respuesta polémica a
Encontramos aquí al reformador de Ginebra arguyendo contra la práctica idólatra de usar imágenes como si fueran Dios en la adoración pública. Más específico, Calvino objeta a los crucifijos, iconos y otras representaciones visibles del ser divino que fueron tan comunes en
El argumento principal contra el uso de tales imágenes es que son inmerecedoras de la majestad de Dios. Dios es un ser invisible, omnipotente e infinito. Representarlo en cualquier forma física, entonces, es reducirlo. Este es el problema de la idolatría: empaña la dignidad de Dios al convertirlo en algo menor de lo que El es. Cada ídolo, dice Calvino, es absurda e inmerecida ficción.
Si bien Calvino reconoce que Dios nos ha dado algunos signos visibles de su gloria invisible, también señala que estos signos visibles –como las nubes y el humo sobre el Monte Sinaí, por ejemplo- siempre apuntan en alguna forma hacia el misterio e inaccesibilidad de Dios.
Dios no nos ha dado una imagen de sí mismo que podamos ver y adorar; nos ha hablado con una voz para oír, creer, y obedecer.
Blog 17: 1.11.2 - 1.11.6
Blogging the Institutes. Phil Ryken http://www.reformation21.org/calvin/2009/01/blog-17-1112-1116.php
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