lunes, 9 de febrero de 2009

24. LOS INSTITUTOS DE CALVINO

Estas secciones sobre la Trinidad son de especial valor a cristianos, quienes serán grandemente ayudados al pensar en Dios y la salvación en términos explícitamente trinitarios. 

Se ha dicho que  mientras los liberales adoran solo a Dios el Padre (al amante y aceptador Padre de toda la humanidad, etc.) y mientras los carismáticos adoran solo a Dios el Espíritu, los evangélicos adoran solo a Dios el Hijo. Pienso que hay mucho de verdad en estas observaciones y Calvino puede ayudarnos a adorar y confiar en Dios como la Trinidad.

Inicia manifestando reservas sobre tomar prestado  “comparaciones de asuntos humanos para expresar” las relaciones de los miembros de la Trinidad. Algunas veces escuchamos analogías sobre la Trinidad, pero Calvino está en lo correcto al recordarnos que no existe una verdadera analogía en nuestro mundo comparable a la Trinidad: el misterio de Dios como tres-en-uno es único.  Con todo, Calvino observa algunas formas de expresión garantizadas según la Escritura. En general, podríamos pensar en el Padre como el Ordenador, el Hijo como el Ejecutor, y el Espíritu como el Apoderador.

Luego Calvino se dirige al tema que dividió las iglesias de Oriente y Occidente: la procedencia del Hijo y del Espíritu. Calvino asume la posición Occidental al defender la fórmula de que el Hijo procede del Padre, pero el Espíritu procede del Padre y del Hijo (“y del Hijo” es el punto central de la contienda Este-Oeste). 

¿Qué deseamos significar por “procedencia”? Bueno, esta es la clásica instancia de teología que requiere un término para un tópico escritural, aún cuando el término es claramente deficiente. Sabemos que el Hijo es eternal, de modo que no fue “hecho” o “creado”;  la misma naturaleza de la relación Padre-Hijo involucra al Hijo viniendo o procediendo del padre. No se mortifique si encuentra este tema difícil de comprender: quizás sea necesario leer la sección 19 con suma lentitud y cuidado. La sección 20 provee un buen resumen para asentar bien nuestros pies en la tierra. Calvino mismo hace amplio uso de lo mejor de los escritores antiguos, trayendo al presente lo mejor del material de San Agustín sobre la Trinidad. Estudiar esto nos servirá para pensar clara y bíblicamente sobre Dios.

Cuando inicia la sección 21, donde Calvino presenta su refutación a las herejías sobre la Trinidad, pensé que se alargaría mucho debido en parte al número y severidad de tales herejías. En su propia época  Calvino estaba particularmente ejercitado para contrarrestar estas herejías: resolvió que “la verdad mostrada pacíficamente debe mantenerse contra tod calumnia de los malvados”. 

Inicia con una evaluación general de las herejías acerca de la Trinidad reestableciendo su regla guía:  “no llevemos a la cabeza buscar a Dios en ninguna otra cosa que no sea Su Palabra sagrada, o pensar cualquier cosa sobre El que no sea provista por Su Palabra, o hablar cualquier cosa que no sea extraída de Su Palabra”.  

Fue su adherencia a estos principios lo que hizo grande a Calvino. Su refutación a la herejía de Servetus, la principal amenaza en su día, muestra tanto claridad de entendimiento como representación de su oponente así como fervor para destronar falsas enseñanzas.

Blog 24: 1.13.18 - 1.13.22

Blogging the Instituteshttp://www.reformation21.org/calvin/2009/02/blog-24-11318-11322.php
P.D. La foto corresponde a una especie de ave dominicana casi desaparecida: un carrao. 

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