viernes, 28 de noviembre de 2008

Llenos del Espiritu para Hablar con Denuedo

Hechos 4:31
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

Martin Lloyd Jones comenta este pasaje diciendo que la evidencia más fuerte de la llenura del Espíritu Santo es gran gozo y el hablar con valor sobre Jesús.



OTRA FOTO DE HOY

Las maravillas del Creador.

Pajaro bobo cazando una lagartija en el arbol de mango
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LA FOTO DE HOY

La exhuberancia [de Dios] en el Caribe.

Orquideas despues de la lluvia.
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~ Igual morimos

Pues sí, solo hay dos opciones: o morimos sanitos, o morimos malitos. Pero igual morimos. ¿Qué cuidamos más, el alma o el cuerpo?

lunes, 24 de noviembre de 2008

~ Relaciones

La ruptura de relaciones ocurrida en la cruz entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo provee la base a nuestra reconciliación. Ninguna otra relación sufrió más que cuando el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hubieron de soportar a Jesús colgado en la cruz y clamando “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”.

Jesús estuvo dispuesto a ser Hijo rechazado para que nuestras familias conocieran reconciliación.

Jesús estuvo dispuesto a ser Amigo olvidado para que nosotros disfrutemos de amorosa amistad.

Jesús estuvo dispuesto a ser Señor rechazado para nosotros vivir en amorosa sumisión unos con otros.

Jesús estuvo dispuesto a ser Hermano abandonado para nosotros tener relaciones santificadas.

Jesús estuvo dispuesto a ser Rey crucificado para que nuestras comunidades experimenten paz.

-Paul D. Tripp, Relationships: A mess Worth Making (Greensboro, NC: New Growth Press, 2006), pp13. http://firstimportance.org/2008/11/24/jesus-was-willing/

domingo, 23 de noviembre de 2008

∞ SOBRE EL ABORTO ∞

Las Escrituras son ardientes defensoras de vida. De vida espiritual y física.

De hecho, muchos de los principios contenidos en leyes civiles de Occidente se basan en principios bíblicos, por ejemplo el derecho a la inviolabilidad de la vida. Tan pronto ocurre la concepción, es decir la unión de una célula humana masculina con una femenina se genera un nuevo ser, una nueva vida distintiva y única. O sea que sin importar la edad -un día, tres semanas, cuatro meses- un aborto provocado señala la comisión de un delito agravado.

¿Por qué hay abortos?

Antes se mezclaron con las naciones, y aprendieron sus obras, y sirvieron a sus ídolos, los cuales fueron causa de su ruina. Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, y la tierra fue contaminada con sangre (Salmo 106:35-38).

El verso es muy claro: idolatría. El hombre hace ídolos de las criaturas, productos de su imaginación, y busca su placer en ello. Comodidad, autocomplacencia, vanidad, dinero, tiempo, carrera profesional, son algunos de los ídolos que se esgrimen como si fueran razones de peso para abortar. En realidad es idolatría pura y simple.

En términos religiosos: se mezclaron y aprendieron sus obras. Se introduce mundanalidad en la vida diaria, es decir se manejan y “resuelven” problemas sin tomar en cuenta a Dios. El hombre suele disfrazar estas cosas bajo el lema de humanismo, una filosofía o forma de vida que establece que en asuntos de juicio moral la última palabra es del hombre, no de Dios. ¿Cuándo surge esta filosofía? Hace miles de años. Quizás el mejor ejemplo lo encontremos en Jueces 17:6 En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. ¿Hacían mal? No. Hacían bien, pero cada quien a su manera. Esto es humanismo. Jesucristo como Rey no entra en los planes.

Antonio Cruz, en su libro Bioética Cristiana escribe que “cuando se pierde el respeto a la vida, los que primero sufren son los débiles e indefensos”.

La tragedia es que nuestra sociedad post-modernista presume de justicia pero nada más. La Justicia establece que “donde hay víctima y victimario, la justicia debe castigar al victimario”. Sin embargo no es así, no hay justicia aplicada.  El aborto es la comisión de un delito de homicidio agravado –contiene alevosía, premeditación y ventaja- debiera castigarse con la pena más alta.

Bien dice Pablo que también debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos… [hombres] sin afecto natural, implacables,  calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno… (2 Timoteo 3:1,3).

¿Qué hacer? ¡Predicar más del Evangelio! Procurar vidas santas, servir de instrumentos de salvación a otros, brillar con la luz de Cristo en el sitio donde estemos ¡OREMOS por República Dominicana! Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien… ¡hay perdón en el Señor!

NOTAS DE ESCUELA DOMINICAL  P. Oscar Arocha

sábado, 22 de noviembre de 2008

PROVERBIOS 16:23

El corazón del sabio enseña a su boca, y añade persuasión -o saber- a sus labios.

Una persona sabia es incapaz de ocultar su sabiduría, será muy obvia en su hablar. Pero tampoco desperdiciará su saber: habrá enseñado a sus labios y a su boca cómo conducirse.Las palabras y la forma de hablar revelarán sabiduría o insensatez, porque de igual manera la persona necia será incapaz de ocultar su estupidez (Eclesiastés 10:12-13).

¿Quieres ser grande delante de Dios y de los hombres? Es indispensable tener corazón bueno y honesto. Porque de él mana la vida. Intenciones puras, nobles y sabias pronto enseñarán a tener dominio propio, en especial al hablar.  Porque las palabras impactan, para bien o para mal.

¿Deseas ser árbol de vida? La lengua apacible es árbol de vida, mas la perversidad en ella quebranta el espíritu (Prov. 15:4). ¡Dios nos ha dado lenguas para algo más que pasar la comida por la garganta! Nos ha dado lengua para glorificarle a El, para consolar y ayudar a otros, y por eso la llama “nuestra gloria” (Salmo 30:12; 108:1; Colosenses 3:16). ¿La usamos bien?

¿Limitas tus palabras? (Proverbios 10:19; 17:27-28).

¿Eres lento para hablar? (Santiago 1:19; Proverbios 29:20)

¿Estudias antes de hablar? (Proverbios 15:28; 18:13)

¿Eres amante de la gracia? (Proverbios 22:11; Eclesiastés 10:12; Colosenses 4:6)

¿Enseñas a otros? (Proverbios 22:17-21; 1 Pedro 3:15; Proverbios 16:24; Efesios 4:29).

¿Sabes consolar? (Proverbios 25:20; 1 Tesalonicenses 5:14; Job 16:2)

¿Te apartas de la mundanalidad al hablar? (Eclesiastés 7:1-6; Efesios 5:3-5)

¿Guardas la reputación de otros? (Proverbios 6:16-19; 25:23).

Bien hablar implica limpieza de corazón. Porque de él manan nuestras palabras. Si el corazón no es regenerado, nacido de nuevo, nuestras palabras nunca lo serán. Confesemos pues a Dios la necedad y malos pensamientos y oremos que El conceda poner guardia a nuestros labios y boca (Salmo 19:14; 139:23-24; 141:3; Isaías 6:5).

Después, en oración, llenemos el corazón de las palabras de la Escritura, de tal manera que nuestro hablar sea pleno de hermosura y de ayuda para otros (Proverbios 22:17-21; Salmo 37:30; 119:46 y 172).

tomado de:  www.LetGodBeTrue.com 

viernes, 21 de noviembre de 2008

∞ 2. ¿QUÉ SOMOS DELANTE DE DIOS? ∞

Escribimos que fuera bueno hacer una lista de cosas a desarrollar en nuestra vida y compararla con la que presenta el Señor. ¿Incluye tu lista pobreza de espíritu, humildad, hambre y sed de justicia, misericordia, pureza de corazón, espíritu pacificador, disposición de ser perseguido por causa del Señor? ¿O quizás pienses que la verdadera bendición se halla en cualquier otra parte?

Nuestro Señor establece que cualquier otra supuesta bendición es un espejismo en el desierto. La única forma de vida que Dios bendice es la guiada o marcada por sus valores. El pueblo cristiano es muy variado y diverso en personalidad, intereses, contexto social, capacidad intelectual, destrezas físicas, etc. ¡Cuán diferentes somos unos de otros!

Y sin embargo, de acuerdo al NT, pertenecemos a la misma familia y tenemos las mismas características básicas familiares. Éstas son las bienaventuranzas.

A menudo nos sorprende y deleita encontrar hombres y mujeres –cristianos- admirados y respetados por su servicio y ministerio. Muy distintos unos de otros, pero cuyas personalidades expresan el sello básico característico de la familia de Cristo. ¿Cómo puede ser así? Esto es posible porque el mismo Cristo que transforma al creyente a su semejanza, lo hace sin abolir su identidad individual, usted sigue siendo usted pero ahora en Cristo. ¡Y esto es bendición en abundancia!

Las tres primeras bienaventuranzas describen al creyente como alguien pobre en espíritu, que se duele y es humilde. Hay un elemento común aquí. Es reconocer que lo que somos delante de Dios, es lo que realmente somos. Ni más, ni menos.

Solo alguien pobre en espíritu, que se duele y es humilde, pertenece al Reino de Dios y recibe el estímulo y la comodidad de su gracia.

Solo alguien así puede transformar su duelo en danza: Tú has cambiado mi lamento en danza; has desatado mi cilicio y me has ceñido de alegría (Salmo 30:11).

Solo alguien así puede entrar y permanecer en la realidad de la tierra prometida otorgada a Abraham (una tipología de Cristo y su autoridad sobre todas las naciones).

THE SERMON ON THE MOUNT. Kingdom life in a fallen world. S.B. Ferguson.

LA FOTO DE HOY

La exhuberancia [de Dios] en el Caribe.

Considerad los lirios del campo... ni aun Salomon con toda su gloria se vistio asi como uno de ellos.
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martes, 18 de noviembre de 2008

∞ 1. ¿QUÉ SOMOS DELANTE DE DIOS? ∞

A primera vista, las Bienaventuranzas parecen pertenecer a un mundo distinto al que vivimos.     Por lo general, no nos referimos a alguien como “bienaventurado”. Sin embargo, las frases de Mateo 5:3-12 no debieran sonar extrañas a quienes se familiarizan con la Escritura. Incluso el Libro de los Salmos inicia con una de ellas: bienaventurado el varón que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores.

¿Qué significa bienaventuranza? ¿Quién es bienaventurado? 

Bendición y maldición, su opuesto, son palabras íntimamente relacionadas con el pacto de Dios hecho con Su pueblo. De acuerdo a la promesa y compromiso de Dios, quien sea fiel a El experimentará Su bendición en su vida; quien se aleje de El experimentará Su maldición y juicio.

Primero a Abraham (Génesis 12:2-3) y después ratificado en Sinaí (Deuteronomio 28:1-14 y 15-68), Dios da a conocer Su pacto con Israel. Observe que su bendición es pura y simple comunión con El, experimentar Su promesa: Yo seré su Dios y ustedes serán Mi pueblo. Es decir, relación correcta y directa con Dios y disfrutar de El.

Descubrimos entonces que las Bienaventuranzas no se dirigen a lo que nosotros debiéramos hacer. Más bien, describen las bendiciones –la gracia y alegría- que pertenecen a aquellos cuyas vidas muestran las evidencias del gobierno o reinado de Dios. Al otorgar cada bienaventuranza, el Señor explica la razón de la bendición.

Algunas veces nos confunde la naturaleza de las enseñanzas del Señor. Las palabras del Señor Jesús no son producto de “inspiración al momento” ni rayos de “súbita revelación”. A menudo su enseñanza toma la forma de exposición o aplicación e iluminación de la Escritura. Y este es el caso de las Bienaventuranzas. El Señor toca algunos temas del Libro de los Salmos y del profeta Isaías y establece aplicaciones para Sus discípulos. Puntualiza la enseñanza escritural sobre la vida que es bienaventurada.

El elemento “nuevo” no fue que expresara las Bienaventuranzas. Sino que hablara en contra del contexto nebuloso en que los hombres habían convertido la Palabra de Dios. La gente había perdido de vista donde se halla la verdadera bendición.

La voz del Señor necesita ser escuchada otra vez, por cristianos.

¿Quieres una prueba? Considera: ¿Qué hay en tu corazón, que piensas vital para tu vida y carácter? ¿Puedes nombrar al menos 8 puntos que desearías desarrollar en tu vida?

Fuera bueno escribir nuestra lista y compararla con la que Cristo presenta. ¿Nos es favorable?

THE SERMON ON THE MOUNT. Kingdom life in a fallen world. S.B. Ferguson.

∞ PROMESA DE LA HUMILDAD ∞

En una cultura donde lo común es recompensar el orgullo –un mundo rápido para admirar y aplaudir al orgulloso, para etiquetar como “grandes” a esos individuos-, de vez en cuando la humildad atrae un poco de atención.

Jim Collins, en su libro Good to Great (De Bueno a Excelente), describe dos cualidades específicas del carácter que son compartidas por hombres y mujeres directores de compañías o empresas que han dado saltos gigantes, de buenas a muy buenas o grandiosas, empresas.

La primera cualidad no es sorpresa: personas de voluntad profesional increíble, encaminados y dispuestos a sufrir lo que sea para que su empresa triunfe.

La segunda cualidad es inesperada: modestia personal.

Estos líderes resaltan la contribución de otros y evitan dirigir la atención hacia su persona. Collins escribe que “líderes transformados en grandiosos no pretenden ser héroes más grandes que la vida”. “No aspiran a ser puestos en pedestales o ser iconos inalcanzables. Son personas de apariencia ordinaria que en tranquilidad producen resultados extraordinarios”.

Y quienes trabajan con ellos suelen describirlos así, como “personas quietas, modestas, humildes, reservadas, tímidas, graciosas, de buenas maneras, que no dan importancia mayor de la debida a su propia labor”.

Observen que la descripción es un abierto reconocimiento al valor de la humildad, de que la humildad funciona, que va mucho más allá del respeto a quienes la poseen y que inspira confianza y credibilidad en quienes se acercan. Sí, por increíble que parezca, hay ocasiones en que la humildad atrae la atención del mundo.

Pero algo todavía más extraordinario sucede en los cielos: la humildad atrae la mirada de Dios mismo. Pero a este miraré, al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra (Isaías 66:2). Vemos aquí una motivación y propósito muy diferente en el hombre, humildad que atrae la mirada de nuestro Dios soberano.

Entender el contexto del verso nos ayudará a ver su riqueza; Dios habla a los israelitas, un pueblo de identidad única, escogidos de entre las naciones de la tierra y que poseían el Templo y la Torah –la ley de Dios. Pero que no temblaban ante Su Palabra. Carecían de humildad delante de Dios. En Su misericordia Dios llama a Israel a que se aparte de sus orgullosas presunciones de privilegio como pueblo escogido Suyo, y a que se aparte de sus afanes religiosos. Estas cosas no atraen Su mirada. Sólo la humildad puede hacerlo.

Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo (2 Crónicas 16:9). Es obvio que Dios no tiene ojos físicos, ¡no los necesita! El es omnisciente, El es Espíritu. Nada escapa a Su mirada. El está en control de todas las cosas.

Sin embargo, hay algo que busca en particular. Algo que actúa como un magneto y captura Su atención e invita a Su acción. Humildad. Alguien humilde atrae la mirada de Dios y en este sentido atrae también la gracia de Dios –Su bondad inmerecida. Piensa en esto: ¡ciertamente hay algo que podemos hacer para atraer de la divina gracia inmerecida, de la sobrenatural fortaleza y asistencia!

¡Qué promesa! Escucha de nuevo este pasaje tan familiar: Dios… da gracia al humilde (Santiago 4:6). Contrario al falso refrán popular que dice “ayúdate que Dios te ayudará” o “al que madruga Dios le ayuda”, Dios no ayuda a quienes se ayudan a sí mismos. Dios ayuda a quienes se humillan a sí mismos.

Esta es la promesa de la humildad. De manera personal y providencial, Dios sostiene al humilde. Y la gracia que extiende es extremadamente rica. Como escribiera Jonathan Edwards, “los placeres de la humildad en realidad son los más refinados, íntimos y exquisitos deleites en el mundo”.

HUMILITY. True greatness. C.J Mahaney

lunes, 10 de noviembre de 2008

¿Qué es un pato?

Oh, es como una gallina, pero que nada”. Esta famosa respuesta dada a uno de los príncipes ingleses en una visita de Estado al África,  nos introduce al concepto de cuán fácilmente pasamos por alto lo que es obvio.

Y con esta sencillez, Albert Mohler introduce el tema “Cómo evitar criar un pagano” (How not to raise a pagan, noviembre 6, 2008; disponible en inglés –sorry- en http://www.albertmohler.com/blog_read.php?id=2722).

¿Cómo es posible que Israel haya pasado por alto lo obvio tan pronto? ¿Un pueblo que recién ha sido liberado y experimentado la omnipotencia del Salvador?

“Como cristianos hoy en día, caemos en lo mismo. Cuando nuestros hijos -criados en familias cristianas- terminan bachillerato y se gradúan y van a la universidad, la realidad es que la mayoría abandona también la iglesia, abandonan sus nexos con la comunidad cristiana y en términos prácticos se conducen como paganos aunque tengan afiliaciones tácitas.

Asistimos a la emergencia de una generación de paganos criados en supuestas familias cristianas. Parte del síndrome de repaganización de la cultura, la “nueva” idolatría, de ruptura de compromisos, de autocomplacencia.

Deuteronomio 6 es una exhortación llena de pasión, de energía, dirigida a la generación que ha sobrevivido al desierto. Cuando padres y abuelos han perecido por causa de su rebeldía, pensaríamos que esta nueva generación seguramente escuchará… y olvidamos lo obvio, el corazón humano”.

Oh que Dios nos asista a crecer en lo espiritual para beneficio de nuestros hijos. 


domingo, 9 de noviembre de 2008

La Guerra de las Palabras: Llegando al Corazón por amor a Dios - Paul D. Tripp


Hay tres cosas que conozco de ti:

1. Tu Hablas. Nuestras vidas están llenas de palabras. Las palabras son idea de Dios y le pertenecen a Dios. Nunca consideremos el hablar como algo que no tiene importancia

2. Tanto los momentos más tristes como los más alegres de tu vida han sido acompañados por hablar

3. Tu mundo de hablar es un mundo de problemas

¿Cuál es el problema con nuestro hablar?

Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno.
Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque los hombres no recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.

Cristo nos enseña en este texto que nuestra vida sale del corazón. Tú conducta no es causada por las situaciones y relaciones fuera de ti. Es causada por la manera que tu corazón reacciona a estas cosas. Los problemas con las palabras son problemas del corazón. Lo primero para resolver tus problemas de comunicación es reconocer que tú eres el problema principal de tus problemas de comunicación.

¿Cuál es la guerra del corazón?

Es brevemente resumido en las palabras de 2 Corintios 5:15.

[Jesús] murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

El pecado es fundamentalmente antisocial. Hace que yo sea lo más importante y la vida se resume en "yo quiero, yo quiero, yo quiero, yo quiero, yo quiero." Sin Cristo, el hombre es una barrica de deseos y derechos personales.

Pablo advierte a los gálatas:

Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no uséis la libertad como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Pero si os mordéis y os devoráis unos a otros, tened cuidado, no sea que os consumáis unos a otros.


Nunca es apropiada o aceptable una comunicación áspera, arrogante, sin amor o sin gracia. Dios le ha dado poder a las palabras y pablo dice que las palabras pueden destruir. El pecado deshumaniza a las personas al punto que en lugar de verlos como las personas que son los ve como vehículos para lograr sus deseos o como obstáculos que se entremeten en el camino de lo que quiere. Si me ayudan a conseguir lo que quiero, le hablo con amabilidad y ternura. Si son un obstáculo, entonces le hablamos con aspereza.

Dios no nos ha dado gracia para ser siervos de nuestros propios reinos, sino para ser siervos en su reino. Y la ley del reino de Dios se resume en Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Y el orden es importante porque solo podrás amar a tu prójimo a ti mismo cuando hayas amado a Dios sobre todas las cosas. Los problemas horizontales se resuelven verticalmente.

¿Cómo puede el mundo de mis palabras ser gobernado por la ley del amor?

1 Juan 4:10-11

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros.


Dios define el amor como un sacrificio propio y voluntario para el bien espiritual de otro sin demandar reciprocidad o que la persona amada lo merezca.

El problema es que mi propio pecado se sigue atrayendo a los deseos claustrofóbicos de mi propio reino. Sigo buscando satisfacciones con las pequeñas glorias de mi propio reino, las cuales nunca satisface y continuamente necesito de la gracia salvífica de Cristo.

Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia. 2 Pedro 1:3-4


Si eres hijo de Dios, entonces el poder para vivir según esta ley de amor ya está a tu disposición. No es algo futuro, sino disponible en el presente (nos ha concedido). El nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir una vida de piedad.

¡Oh que pudiéramos vivir según esta identidad y no en la pobreza de inhabilidad cuando ya hemos sido capacitados por Cristo!

¿Cuáles son los dones de nuestra redención?

· Perdón de nuestros pecados por la sangre de Cristo

· El poder para hacer aquella cosas que nos exige

· Rescate completo y final de todo vestigio de pecado en nuestros corazones

El glorioso reino de Dios es nuestro, ¿por qué volver a vivir en nuestros pequeños, egoístas y claustrofóbicos reinos personales?

¿Cuál reino gobierna tu vida? ¿Tus palabras están a servicio de cual reino? Para la mayoría de nosotros es una mezcla y por eso necesitamos constantemente la gracia redentora de Cristo.

Oración:

1. Soy una persona en necesidad de ayuda urgente.

2. Ruego que en tu gracia envíes tus ayudas en mi dirección.

3. Dame la humildad para recibir la ayuda cuando venga.


sábado, 8 de noviembre de 2008

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la exhuberancia del Caribe
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Sobre el asunto de los orígenes

El sol nace para morir cada día. Los ríos corren para perderse en la anchura del mar. Si esto es así –y lo es-, entenderemos que: 1) todo lo creado tiene un final; 2) todo lo que nace se destina a un fin mayor que sí mismo.

El enunciado se aplica también a nosotros, seres humanos, porque somos criaturas (aunque no estrellas como el sol o agua como los ríos), y las características son intrínsecas a nuestra naturaleza creada. Si bien es cierto que la frase “el sol nace para morir cada día” se oye un tanto romántica, tengo presente el decaimiento natural que sufre la estrella cada segundo.

Si pudiésemos, entonces, encontrar un Ser no limitado a un inicio, éste sería además de infinito, el fin y sentido de todo cuanto surge de y desemboca en él. Por tanto, importa saber nuestro origen: si somos materia y no otra cosa que un producto aleatorio, entonces nuestro fin es el caos y nuestra gloria el ahora, así que comamos y bebamos porque mañana moriremos. Si, en cambio, nuestro origen es más elevado, ¿no valdrá la pena conocer cuál es? ¿Y al saberlo, vivir para la gloria del Mar al que iremos?


Ahora bien, ¿podrá lo finito entender lo infinito? ¿Qué una gota imagine la inmensidad del mar? ¿Podrá la luz mirar atrás y ver su fuente de inicio? No, ciertamente que no.

Por naturaleza, lo que tiene principio no sabe qué hay antes de sí –a menos que le sea narrado. Pero, ¿cómo asegurarse de la veracidad de la narración? Tal es el dilema de muchos.


Conocer la verdad resulta a la vez sencillo e imposible.

Inigualablemente sencillo porque basta conocer que Quien informa es veraz y no puede mentir, basta conocer que Quien informa estuvo allí en verdad.

Absolutamente imposible porque, a menos que el sol nazca no podemos ver su luz. 

La Perfección no puede ser conocida por la imperfección si ésta no es primero transformada. Esta transformación, brindada por la Perfección misma, es lo que se conoce como fe, y es la diferencia entre una vida y una mera existencia, entre una vida que cumple su propósito y llega a buen fin, y una mera existencia que pasa los días hasta desaparecer.

Pensamientos de un joven, febrero 14 de 2008

viernes, 7 de noviembre de 2008

Buenas intenciones no bastan

No, no son suficientes porque en último análisis no justifican ni excusan nuestro vivir. Habla con mucha claridad el refrán que dice “de buenas intenciones están llenos los panteones”.

Pablo es todavía más claro: “todo me es legítimo, pero no todo conviene”. ¿Por qué, Pablo? Por causa del amor. Del amor a Dios, del amor a mi prójimo y del amor a mí mismo.

Quiera el Señor concedernos discernimiento para escoger entre lo bueno y lo mejor, lo mejor y lo excelente. 

Sobre la ira

Richar Baxter vivió hace muchos años, pero como todo lo clásico, sus escritos son tan relevantes hoy como lo fueron hace 400 años. Analiza este condensado sobre la ira y medita:

Ira es una emotiva respuesta pasional contra aquella maldad percibida que nos impida o sea un obstáculo para lo bueno. Es una emoción dada por Dios para nuestro bien y que nos despierta contra todo aquello que se opone a la gloria de Dios, nuestra salvación y bienestar, o para el bien de nuestro prójimo. O sea que la ira es buena cuando se utiliza para el fin apropiado, ejecutada en la forma y medida correcta. ¿Cuándo entonces es ira pecaminosa?

Consideraciones prácticas para evitar ira pecaminosa.

1.       Cultiva actitudes correctas. Vive bajo la autoridad de Dios, gobernado por el sentido de obediencia a El. Ten presente Su misericordia que nos perdona y sostiene y de la gracia que nos asiste y nos sana. Ten presente Sus promesas de amor eterno. Estas vitaminas fortalecerán tu corazón. Así como la ira surge de nuestro interior, así también la humildad. El punto de ebullición o de enfriamiento se halla dentro de nosotros mismos.

2.       No pienses más alto de ti, cultiva espíritu humilde. Porque la humildad es paciente y no exagera los daños (Proverbios 13:10; 28:25; 21:24; Salmo 31:18). Humildad, mansedumbre y paciencia viven y mueren juntos!

3.       Evita una mente codiciosa y mundana. Esta mentalidad atesora lo material a tal punto que cualquier pérdida, oposición o daño altera e inflama las pasiones. Nada ni nadie logra agradar a un codicioso.

4.       Frena tu ira temprano, antes que se desparrame. Vigila sus primeras manifestaciones, procura que te obedezca. Tu voluntad y razón tienen gran poder de control si los usas de acuerdo a tu nueva naturaleza.

5.       Toma control de tu lengua y manos y actitud, incluso si en el momento te arropa la pasión. Evitarás aumentar el pecado, y la pasión se desvanecerá porque no tiene enchufe! Y no digas que no tienes control. No sólo hay que evitar la profanidad y maldiciones de la mente mundana sino también la multiplicación de palabras, contiendas, objeciones, palabras amargas o cortantes que solo aumentarán la ira en los demás (Proverbios 15:1).

6.       Al menos guarda silencio, hasta que la razón tenga oportunidad de hablar y tú tengas oportunidad de pensar. La paciencia disminuye la ira propia y la ajena (Proverbios 25:15).

7.       Si no te es fácil guardar silencio o permanecer quieto, abandona el sitio y/o a la persona que te ha provocado. No te quedes parado frente al nido de avispas si tú las provocaste (Proverbios 14:7).

8.       Cultiva el hábito de no disputar con el iracundo, siempre y cuando puedas hacerlo sin descuidar tu deber. Aprende a conservar la distancia.

9.       Al estar a solas, no medites en daños o provocaciones antiguas. No alimentes tus pensamientos con estas cosas. Tu propia imaginación te conducirá a la ira.

10.    Cultiva ejemplos y pensamientos vívidos sobre la humildad y paciencia de nuestro Señor Jesucristo (Mateo 11:29; 1 Pedro 2:21,23; Mateo 5:5).

11.    ¡Vive delante de la presencia de Dios! Y cuando sientas desbordar tus pasiones, refrénalas en el nombre de Dios y recuérdate que estás en Su augusta Presencia y la de Sus santos ángeles.

12.    Observa a otros en sus pasiones y considera cómo lucen. Piensa en la actitud de contienda y los ojos flameantes y las miradas amenazadoras que devoran y las tendencias para hacer daño… y considera si son ejemplos a imitar.

13.    ¡Confiesa tu pecado a quienes te rodean sin tardanza! Acepta la vergüenza para ti mismo. Honra a Dios y avergüenza al pecado. Confesar la tentación detiene el fuego y apaga las llamas. Ten sabiduría, de modo tal que la confesión no endurezca o provoque a otros contra ti, o te ridiculice. Pon prudencia y precaución en tu persona.

14.    Si tus pasiones han ofendido o causado daño a otros, en palabras o acciones, en libertad ve y confiesa y solicita perdón. Confesar es advertir a otros “no sigas mi ejemplo”. Limpiará tu conciencia y preservará al otro. Y si te consideras incapaz de confesar, es porque no quieres, no porque no puedas. Para un buen corazón no será difícil.

15.    Tanto como sea posible acude a Dios de inmediato en oración y pide perdón y gracia para contrarrestar este pecado. El pecado no soporta que oremos ante la presencia de Dios. Confiesa cuán fácilmente te irritas y cuán apegado estás a tu ira pecaminosa. Ora y ora y ora y… hasta que la gracia divina sea suficiente para ti.

16.    Pacta con un amigo cercano que te amoneste y reprenda tan pronto tus pasiones asomen la cabeza. Y promete que agradecerás su consejo y tendrán un buen espíritu para recibirlo y lo seguirás. Y mantén tu promesa. (Eclesiastés 7:9; Proverbios 16:32; 15:18; 19:11).

CHRISTIAN DIRECTORY,

Richard Baxter, 1662.

(Adapted and paraphrased by Richard Rushing, 2008 The Banner of Truth Trust).


sábado, 1 de noviembre de 2008

Música, Maestro

Escuchar en vivo un concierto de Michel Camilo –compositor y pianista dominicano- es transportarse a otra dimensión. ¡Cómo ataca el piano! ¡Cómo brotan las notas! ¡Cómo cuida la armonía y el ritmo y la coherencia y la versatilidad de su inspiración!

Curiosamente, escuchar a Camilo nos hizo pensar en el apóstol Pablo. 

Pablo cuidó con celo su profesión de fe, atacó todas y cada una de las manifestaciones humanas de maldad, mostró coherencia en su vida privada y pública tanto en palabras como en acciones, sus escritos profundos revelan una mente alerta y conocedora –pensante-, y vaya que gozó de inspiración bajo la unción del Espíritu.

¿Qué motiva a Camilo para componer y tocar música como lo hace? No lo sabemos. Pero sí conocemos la motivación de Pablo: dar gloria a Dios en todo. Porque de El y por El y para El son todas las cosas.

Como escribiera Robert M M’Cheyne: “si pudiera oír a Cristo orando por mí en la habitación contigua, no le tendría miedo ni a un millón de enemigos. Y sin embargo la distancia no hace diferencia. El está orando por mí”.

Pensemos esto. Hagamos nuestro –aprehendamos- este conocimiento y mostremos en nuestro diario vivir cuánto nos importa dar gloria a Dios como Pablo, cómo nos importa ser coherentes entre lo que decimos y hablamos y las acciones que ejecutamos, por qué nos importa vivir en la gracia dispensada a nuestro corazón por el mismo Dios que transformó a Pablo.

El Difunto Infiel

Hoy 1ro. de noviembre es un día especial en todo el mundo hispano. Mucha gente acude a cementerios en celebración de los Fieles Difuntos. ¡Qué frase más reveladora! Son difuntos porque están muertos, y son fieles porque es imposible que hagan otra cosa.

Pero hay Uno que en la misericordia divina rompió para siempre el hechizo de la muerte, se hizo infiel a ella y proclamó victoria triunfante: ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?  ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

¿Quién como tú, mi Señor? 

Porque no fue Buda, tampoco Mahoma ni el Hare Krishna quien resucitó;

 tampoco Confucio, ni el Papa de Roma, 

¡Fue el Cristo de la gloria, quien resucitó! ¡Quien como tú, mi Jesús!