John Piper escribió:
El salmista describe la motivación de Dios en salvar pecadores de esta manera:
- Pecamos nosotros, como nuestros padres; hicimos iniquidad, hicimos impiedad. Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder. (Salmos 106:6,8)
Lo que queremos decir cuando decimos que Dios es "Dios-céntrico" (teo-céntrico) es que él actúa así. El salva por amor de su nombre. El salva para hacer notorio su propio poder.
Y cuando decimos que somos Dios-céntricos (o deseamos serlo) implicamos que nos gusta que sea así. Nos satisface que Dios nos salve por amor de sí mismo. Nos alegra que sea así. Nos agrada verlo y saborearlo.
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