Oh Dios,
la sangre de nuestro hijo ha multiplicado el fruto del Espíritu en el terreno de nuestras almas.
Por eso,
cuando sus asesinos se levanten delante de Ti en el Día del Juicio,
recuerda el fruto del Espíritu por el cual ellos han enriquecido nuestra vida.
Y perdona.
Obispo Hassan Dehqani-Tafti, de Irán.
Citado por Nancy L. DeMoss en su libro "Escoja Perdonar".
jueves, 21 de mayo de 2009
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