jueves, 28 de mayo de 2009

Una Razón por la Cual Dios creo el Canto y la Poesía


En Los Afectos Religiosos, Jonathan Edwards ofrece la siguiente explicación del por qué existe el canto y la poesía.

Y el deber de cantar alabanzas a Dios parece haber sido instituido para estimular y expresar afectos religiosos. No se le puede atribuir otra razón al por qué debemos expresarnos a Dios en verso, en vez de en prosa, y con música, excepto, que tal es nuestra naturaleza y constitución. Tales cosas tienen la tendencia de mover nuestros afectos.

Para que esto tenga el peso que tuvo para Edwards debemos recordar que:

  1. "La Verdadera religión consiste grandemente en los afectos"
  2. No hay verdadera fe sin que los afectos hayan sido despertados
  3. Dios es más glorificado cuando él nos afecta y no simplemente cuando es conocido por nosotros.

- John Piper

viernes, 22 de mayo de 2009

LA FOTO DE HOY


La exhuberancia y provisión [de Dios] en el Caribe.
Este pajarillo imita el canto de otros, y lo hace muy bien. En México se conoce como "tzenzontle", aquí en RD le llaman "ruiseñor" pero el verdadero ruiseñor es muy diferente y su canto es único.

jueves, 21 de mayo de 2009

Sin palabras

Oh Dios,
la sangre de nuestro hijo ha multiplicado el fruto del Espíritu en el terreno de nuestras almas.
Por eso,
cuando sus asesinos se levanten delante de Ti en el Día del Juicio,
recuerda el fruto del Espíritu por el cual ellos han enriquecido nuestra vida.
Y perdona.

Obispo Hassan Dehqani-Tafti, de Irán.
Citado por Nancy L. DeMoss en su libro "Escoja Perdonar".

martes, 19 de mayo de 2009

Para cultivar humildad

¿Eres enseñable?
¿Cómo reaccionas a la corrección y amonestación?
¿Te arrepientes con rapidez, en profundidad?
¿Cuán considerado eres con y para otros?
¿Recibes/das servicio con bondad?
¿Permaneces consciente de la constante gracia de Dios?
¿Manifiestas desacuerdos de modo agradable?
¿Qué tanto necesitas de atención y afirmación?

Mark Driscoll, notas de sermones sobre la humildad del creyente.

lunes, 18 de mayo de 2009

Sobre la fe

Fe es la obra del Espíritu de Cristo que ilumina nuestra mente al unirnos a El.
Esta obra es profunda: es del corazón para que pueda darse en la mente; trabaja en el subconsciente antes de que pueda convertirse en genuino asunto del intelecto.

Esta fe se hallará a menudo asaltada por la incertidumbre –la mente de los creyentes bajo presión- pero ellos no serán conmovidos ni removidos de su confianza en Cristo.

Juan Calvino, Institutos de la Religión Cristiana.

Sanidad

Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu (1 Corintios 12:8-9).

Estos dones se hallan íntimamente conectados a la soberanía divina. Cuando se habla de cosas como sanidades y milagros, algunos dicen que Dios debe sanarles, mientras que otros dicen que Dios, en efecto, ya no hace tales milagros. Tales personas dicen que Dios debe hacer o que Dios no puede hacer algo. Ambas posturas debieran rechazarse, porque Dios es libre de hacer como El quiera.
El don de sanidad es la capacidad de llamar a Dios para sanar a un enfermo gracias a medios sobrenaturales y con el propósito de revelar a Dios.

Personas con dones de sanidad
Confían en que Dios puede sanar al enfermo y oran por la restauración física de quienes están en necesidad. Ven la sanidad como un signo que Dios utiliza para revelar Su poder de modo que muchos vean y crean en Jesús. Quienes tienen este don no experimentan respuesta de sanidad cada vez que piden a Dios, puesto que sanidad es algo que solamente Dios decide hacer (Gálatas 4:13-14; Filipenses 2:27; 1Timoteo 5:23; 2Timoteo 4:20).

Sanidad en la Escritura
Mateo 4:23-24 y 9:35 hablan de muchas de las sanidades de Jesús. Los Doce tenían don de sanidad (Mateo 10:1), así como los Setenta (Lucas 10:8-9), Pedro (Hechos 5:14-16), y Pablo (Hechos 3:1-8). Adicionalmente, se supone que los ancianos de la iglesia oran por los enfermos para que Dios quiera sanarles (Santiago 5:13-16).

Errores communes sobre la sanidad
Algunos dicen que los dones más sobrenaturales, como el de sanidad, cesaron de operar al final del primer siglo, pero los Padres de la Iglesia del segundo y tercer siglo reportan casos de sanidad que ocurrieron en sus días.
Algunos dicen que si se refiere testimonio de sanidad, es para creerse, pero que es necesario que la sanidad sea verificada (por un doctor, por ejemplo) como prueba de lo que Dios ha hecho.
Algunos dicen que la sanidad debiera hacerse en un servicio de iglesia, pero no hay evidencia de que sea así en el Nuevo Testamento, lo cual puede significar que la sanidad, igual que otros dones, es major cuando no sucede en el contexto de una reunión de iglesia.
Algunos grupos extremos enseñan que como Dios puede sanar, los cristianos no debieran emplear doctores, pero la Biblia no habla en contra de los médicos, y como Lucas, de hecho utilizaron su capacidad médica como parte del ministerio pastoral para ayudar a otros (Colosenses 4:14; 2Timoteo 4:11; Filemón 1:24).
Algunos dicen que al caminar por fe y sin pecado, ningún cristiano necesitará estar enfermo, pero Epafrodito (Filipenses 2:25-27), Timoteo (1 Timoteo 5:23), Trófimo (2 Timoteo 4:20), y Pablo (1 Corintios 2:3; 2 Corintios 11:30; 12:5, 7-10; Gálatas 4:13) padecieron enfermedad cada uno que no fue sanada a pesar del hecho de su amor profundo a Dios y de su caminar fiel con Jesús.

¿Tienes este don?
¿Tienes compasión profunda por aquellos que están enfermos?
¿Tienes convicción profunda de que Dios puede sanar a quien El elija?
¿Gozas al orar por aquellos que están enfermos?
¿Has visto a Dios sanar a alguno?
Cuando Dios sana, ¿te ha estimulado porque esto ayuda a revelar Su poder a otros?
¿Anhelas la llegada del reino de Dios, cuando habrá fin a toda enfermedad pues ya no habrá más pecado ni sus consecuencias?

Mark Driscoll. http://theresurgence.com/Spiritual_Gifts_Healing

viernes, 15 de mayo de 2009

El Diablo Vota a Favor de Valores Cristianos

En un sermón, el Dr. Rusell Moore muestra que en la tercera tentación de Satanás a Cristo, él estaba dispuesto a negociar con el Hijo de Dios: Satanás entregaría toda su autoridad sobre su gobierno externo de las naciones a cambio de poder mantener su poder de acusación

Supremamente, el poder de Satanás no está principalmente en el deterioro de la sociedad o en el caos cultural. Su poder está en su autoridad para acusar.

El poder de la acusación.

El poder de mantener cautiva la humanidad por medio del temor a la muerte y la certeza del juicio.

Satanás no le teme a la conformidad externa a las reglas. Ni siquiera a la conformidad externa a las reglas de Cristo --- con tal que no haya cruz
  • Satanás no tiene inconvenientes con los valores familiares--con tal que tu valor supremo sea la familia.
  • Satanás no tiene inconvenientes con justicia social--con tal que veas la justicia como algo principalmente social.
  • Satanás no tiembla ante una cosmovisión cristiana. El te permitirá tener una visión cristiana del mundo con tal que tu meta final sea ver el mundo.
Si Jesús recibiera los reinos de la tierra, piensa esta astuta serpiente, entonces el pudiera dárselos sin que haya derramamiento de sangre en la cruz.

Sin el derrocamiento de los poderes demoníacos por medio de la tumba vacía.

Sin la reconciliación entre el santo Dios y la humanidad renegada.

Si tan solo pudiera obviar la cruz--y recibir el reino sin tener que pasar por la cruz--entonces tendría todo lo que él quiere.

Pastor: Satanás no tiene inconvenientes con que prediques sobre los decretos de Dios con fervor y pasión cada semana--con tal que nunca prediques el evangelio de la cruz.

Madre: Satanás no tiene inconvenientes si le enseñas a tus hijos todos los libros de la Biblia y los Diez Mandamientos y todo el catecismo--con tal que no le enseñes el evangelio de la sangrienta cruz.

El permitirá que obtengas lo que quieras, no importa lo que sea--santidad de matrimonio, protección ambiental, cuidado de huérfanos, todas estas cosas buenas y maravillosas--él te permitirá ganar esas cosas con tal que no prediques y proclames y vivas por medio del poder de la cruz que cancela su poder y condenación.

El le tiene tanto terror al evangelio de un Cristo crucificado y resucitado de entre los muertos que el está dispuesto a entregar todo su imperio con tal de aplacar tal amenaza.

jueves, 14 de mayo de 2009

Frase de Martin Lutero

Dondequiera que se predique el evangelio y la gente busque vivir de acuerdo con el, siempre surgirán dos terribles plagas: los falsos predicadores que corrompen la enseñanza, y luego Don avaricia, que impide la vida recta

Martin Lutero

miércoles, 13 de mayo de 2009

Un toque de gozo

Emociones y el Fin de la Predicación

John Piper escribió:

He aquí unas de las citas más penetrantes e influyentes sobre la predicación que jamás he leído. Es de Jonathan Edwards:

No pienso que los ministros han de ser culpados por alzar los afectos de su audiencia demasiado si lo que los está afectando es digno de sus afectos y sus afectos no están siendo alzados más allá de la proporción de su importancia o el valor.

Considero parte de mi deber el alzar los afectos de mi audiencia tanto como pueda, provisto que sean afectados solo con la verdad y con afectos que no vayan en desacuerdo con la naturaleza de aquello que les está afectando.

martes, 12 de mayo de 2009

La higuera

Porque es áspera y fea, porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos:
ciruelos redondos, limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.

Y la pobre parece tan triste con sus gajos torcidos,
que nunca de apretados capullos se viste…

Por eso,
cada vez que yo paso a su lado digo,
procurando hacer dulce y alegre mi acento:
“es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto”.

Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!

Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
-¡Hoy a mí me dijeron hermosa!

Juana de Ibarbourou (1895-1979)

Liberado de la comparación mediante palabras abruptas

Juan 21:18-22
Después de resucitar de entre los muertos Jesús le preguntó tres veces a Pedro si él lo amaba. En las tres ocasiones Pedro le contestó que sí. Jesús entonces le dijo a Pedro cómo sería su muerte – aparentemente crucificado. Pedro tuvo curiosidad de cómo le iría a Juan. Así que le preguntó a Jesús, "¿Y qué con éste hombre?" Jesús no le hizo caso a la pregunta y dijo: "¿A ti qué? ¡Tú sígueme!" Aquí está el intercambio en su totalidad:
"En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras. Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo: Sígueme. Pedro, volviéndose, vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar? Entonces Pedro, al verlo, dijo a Jesús: Señor, ¿y éste, qué? Jesús le dijo: Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué? Tú, sígueme"
Las palabras abruptas de Jesús - "¡No es asunto tuyo, sígueme!" – son música a mis oídos. Ellas me liberan del lazo deprimente de la comparación funesta. A veces, cuando escaneo los anuncios de 'Christianity Today' (todos los diez mil), me desánimo. No tanto como lo hacía hace veinticinco años, pero aún encuentro agobiante la avalancha de sugerencias ministeriales.
Libro tras libro, conferencia tras conferencia, DVD tras DVD, - diciéndome cómo tener éxito en el ministerio. Y todos dándome sutilmente el mensaje de que no lo estoy haciendo bien. La adoración podría ser mejor. La predicación podría ser mejor. La evangelización podría ser mejor. La asistencia pastoral podría ser mejor. El ministerio juvenil podría ser mejor. Las misiones podrían ser mejor. ¡Esto es lo que funciona! ¡Compra esto! ¡Ve aquí! ¡Hazlo de esta manera! Y para añadir leña al fuego, ¡algunos de esos libros y conferencias son míos!
Así que me sentí alentado por las palabras abruptas de Jesús hacia mí (y hacia ti): "¿Y a ti qué? ¡Tú sígueme!" Pedro acababa de escuchar una palabra muy fuerte: Tú morirás - con mucho dolor. Y su primer pensamiento fue la comparación. ¿Y qué con Juan? Si yo tengo que sufrir, ¿sufrirá él también? Si mi ministerio va a terminar de esa forma, ¿cómo terminará el suyo? Si no llego a vivir una larga vida de ministerio fructífero, ¿llegará a hacerlo él?
De esa forma pensamos como pecadores. Comparar. Comparar. Comparar. Ansiamos saber en dónde estamos en comparación con otros. Hay algo de orgullo si podemos encontrar a alguien que sea menos efectivo que nosotros. ¡Ay! Aún recuerdo la pequeña nota que me dejó mi Asistente Residente en Elliot Hall durante mi último año en Wheaton: "Amar es dejar de comparar." ¿Qué tiene que ver eso contigo, Piper? ¡Sígueme!.
§ ¿A ti qué te importa que David Wells tenga tan amplio conocimiento de los efectos dominantes del postmodernismo? ¡Tú sígueme!
§ ¿A ti qué te importa que Voddie Baucham recite el Evangelio tan poderosamente sin usar notas? ¡Tú sígueme!
§ ¿A ti qué te importa que Tim Keller vea tan claramente las conexiones entre el Evangelio y la vida profesional? ¡Tú sígueme!
§ ¿A ti qué te importa que Mark Driscoll sepa al dedillo el lenguaje y la locura de la cultura pop? ¡Tú sígueme!
§ ¿A ti qué te importa que Don Carson lea quinientos libros al año y combine la perspicacia pastoral con la profundidad y exhaustividad de un erudito? ¡Tú sígueme!
Esa palabra causó en mí gran regocijo. Jesús no me juzga por mi superioridad o inferioridad respecto a otras personas. Ningún predicador. Ninguna iglesia. Ningún ministerio. Esos no son los estándares. Jesús tiene un trabajo para que yo haga (y uno diferente para ti). No es lo que le ha dado a otros a hacer. Hay gracia en hacerlo. ¿Confiaré en El por esa gracia y haré lo que me ha sido dado a hacer? Esa es la pregunta. ¡Oh! ¡La libertad que llega cuando Jesús nos fortalece!
Espero que encuentres el ánimo y la libertad hoy, cuando escuches a Jesús decir a todas tus comparaciones: ¿A ti qué? ¡Tú sígueme!
Aprendiendo a caminar en libertad contigo,
Pastor John Piper
Sobre Este Artículo
Editor:Desiring God
Autor:John Piper
Serie:Taste and See
Categoría:Estimulo
Fecha:October 6, 2006
Estado:Final Version
Traductor:Ana Carolina Reyes
Revisor:Pamela (Pami) Ramos

lunes, 11 de mayo de 2009

Diálogo otoñal

-Dña Crucita: ¡cumplo 88 años!

-Dña Andrea: y yo sesentisés…

-Dña Crucita: uuuuuuuh, a los sesentiséis yo reventaba Santiago!!!

-Dña Dulce: pues yo tengo 90, y mire usté, eso de la soledá no e’fácil…

En IBG, :)

Tratadito Evangelístico para el Evangelio de la Prosperidad


Marcos 8:34-36
34 Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. 35 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?

Unos con otros: cuidándonos en comunidad

Vivir en comunidad no es sencillo, vale la pena recordar estos puntos que resume Chester, con la intención de llevarlos a la práctica en nuestra iglesia.

Todos los escritores del NT a menudo se refieren a lo que debemos hacer con o de unos para con otros (o “con cada uno” –el griego es el mismo). Este concepto de “unos para con otros” es una característica central de la eclesiología neotestamentaria, aunque por desgracia recibe poca atención en discusiones académicas contemporáneas.

Tiempo atrás trabajé en estas aseveraciones de “unos para con otros” y las resumí en las siguientes categorías:
* estar en paz unos para con otros, perdonando, estando de acuerdo, en humildad, aceptando, pasando por alto, viviendo en armonía, saludándose con un beso
* no juzgar, mentir o murmurar
* mostrando hospitalidad unos para con otros
* confesando tus pecados a otros
* siendo amables, involucrados, devotos, sirviendo y haciendo bien
* instruyendo y enseñando
* amonestando, exhortando, alentando
* consolando y estimulando

Preguntas para reflexionar:
1. ¿En qué eres bueno (como iglesia y como individuo)?
2. ¿En qué no eres bueno (como iglesia y como individuo)?
3. ¿Qué te detiene para hacer más de “unos con otros” (como iglesia y como individuo)?

La lista se basa en los siguientes versos: Marcos 9:50
; Juan 13:34-35*

Romanos 12:10; 12:16 (y 15:5);
14:13; 15:7; 15:14; 16:16 (1 Pedro 5:14)

1 Corintios 12:25;
2 Corintios 13:11-12;
Gálatas 5:13;

Efesios 4:2; 4:32 (Colosenses 3:13); 5:21

Colosenses 3:9; 3:16 (Efesios 5:19);
1 Tesalonicenses 5:11; 4:18; 5:15

Hebreoss 3:13; 10:24-25;
Santiago 5:9; 5:16;
1 Pedro 4:8-10; 5:5

*Ver también Juan 15:12,17; Romanos 13:8; 1 Tesalonicenses 3:12; 4:9; 2 Tesalonicenses 1:3; 1 Pedro 1:22; 1 Juan 3:11,23; 4:7,11-12; 2 Juan 5.

Timchester.co.uk

viernes, 8 de mayo de 2009

El Evangelio - Diferente y Atractivo

Martin Lloyd Jones:

La gloria del evangelio es que cuando la iglesia es completamente distinta del mundo, nunca deja de atraerlo. Entonces hace que el mundo escuche su mensaje, si bien al comienzo quizás lo odie

Un poco más


Con regocijo total, siempre en el Señor!

jueves, 7 de mayo de 2009

Conocimiento

Capacidad de investigar, memorizar, recordar y hacer uso efectivo de una variedad de información sobre un sinnúmero de materias.

¿Quiénes poseen este don espiritual?
Personas que aman estudiar, aman aprender, y no se contentan con un nivel superficial de conocimientos sobre algún tema. Se sienten impulsados a conducir una investigación y compilar sus hallazgos y que otros se beneficien de sus largas horas de atento estudio. Aman a Dios con toda su mente (Marcos 12:29-30). Y les encanta tomar notas y leer pies de páginas.

Conocimiento en el ministerio de Jesús
Nuestro Señor Jesús con frecuencia citó notas de memoria del Antiguo Testamento durante todo su ministerio, porque se había comprometido al estudio fiel de la Escritura. Refutó a los académicos de su tiempo porque estudiaban la Biblia pero no amaban a Dios; recordemos que éste es el propósito de todo nuestro estudio (Juan 5:39).
El conocimiento se ilustra en las vidas de Esdras (Esdras 7:10), Salomón (Eclesiastés 1:13; 7:25; 8:9) y Timoteo (2 Timoteo 2:15).

¿Tienes este don?
He aquí algunas preguntas para ti mismo:
• ¿Amas el estudio?
• ¿Tienes buena memoria? ¿Capaz de retener y compilar montones de información?
• ¿Te han señalado tu capacidad para saber y entender la Palabra de Dios?
• ¿Se te acercan con problemas difíciles, preguntas de la Biblia, buscando tu opinión porque saben que tendrás las respuesta o la encontrarás?
• Al estudiar la Palabra de Dios, ¿te has dado cuenta que encuentras nueva instrucción fácilmente o que tienes entendimiento de asuntos difíciles?
• ¿Te sientes frustrado si escuchas mala enseñanza de alguien que no ha hecho su tarea?

Mark Driscoll http://theresurgence.com/Spiritual_Gifts_Knowledge

Salmo 40


Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.

lunes, 4 de mayo de 2009

El gozo manifiesto



"El exhuberante gozo de los primeros cristianos fue uno de los factores más importantes para la diseminación del cristianismo en los primeros tiempos."

D. Martin Lloyd-Jones

sábado, 2 de mayo de 2009

Reporte de la minoría: la lección de Pedro el barbero

Carl Trueman,
Decano Académico, Vicepresidente de Asuntos Académicos, Profesor de Historia de la Teología e Historia de la Iglesia.
Seminario Teológico Westminster en Philadelphia, Pennsylvania, USA.

Sin lugar a dudas que mis hijos brincarán ante el título de este pequeño ensayo. Puedo oír sus lamentos: “Papi, los barberos sooon de oootra época! Ya no hay barberos. Consultan al estilista de los cabellos o al Especialista en Apariencia Personal”. Vaya, me siento viejo.

Sin embargo, Pedro el barbero es un personaje mucho más antiguo que yo. Pedro fue el estilista –o E.A.P- del hombre más famoso del siglo XVI: Martín Lutero. Es decir que si Pedro hubiera sido menos competente, habría alterado el curso de la Historia con solo un muñecazo.

La importancia del maestro Pedro no yace tanto en su capacidad estilística –un tanto discutible, si usted ha visto retratos de Lutero- sino en el hecho de que tenía problemas para orar. Pedro no sabía cómo orar. Cierto día compartió su problema con su distinguido y famoso cliente. Y a pesar de la montaña de trabajo que Lutero encaraba cada día, el predicador dedicó tiempo en su casa para escribir a Pedro un tratado sobre el tema.

El incidente es muy instructivo.

Ahora bien, no pertenezco a la escuela que considera la necesidad como justificación del llamado. Si alguien me aborda con un problema determinado, esto no significa que he sido llamado a ayudar tal persona a solucionar el problema. De hecho, en algunos casos se trata de una misericordia: si alguien viene donde mi con un problema que requiera competencias mecánicas o tecnológicas, he de resistir la tentación de ayudarle pues lo más probable es que su condición final –si le ayudo- sea peor que la inicial.

No, la necesidad no justifica necesariamente al llamado: sabiduría crucial para cualquiera en posiciones de liderazgo, en especial en la iglesia, si desea retener su salud y limitar el daño que se produce.
El incidente de Pedro nos recuerda que existe un elemento clave en el liderazgo cristiano: el cuidado de las personas, incluso de aquellas consideradas como “de poca monta” a los ojos del mundo. Pedro era un humilde barbero; ni siquiera era un ciudadano modelo; pero era uno de los feligreses de Lutero; alguien bajo el cuidado pastoral de Lutero.

La respuesta de Lutero –escribirle un tratado especial sobre la oración- habla a todo volumen del verdadero corazón de un hombre que realmente cuidaba a su grey. Sin lugar a dudas, Lutero era una de las más ocupadas y presionadas personas en aquellos tiempos, con un millón de cosas o deberes más importantes presionándole desde muchos ángulos; y sin embargo encontró tiempo para redactar una carta de consuelo espiritual a su barbero.

Todo el aprendizaje de Lutero, las grandes cosas que había hecho, toda la adulación recibida, todos aquellos grandes personajes que le buscaban solicitando consejo… -nada distrajo a Lutero para cuidar las personas de su congregación. Esto es exactamente lo que uno esperaría de un líder que intentó (y en una ocasión falló de modo espectacular) trabajar de acuerdo a las enseñanzas de Pablo en 1 Corintios 1 y 2.

Si el tratado habla a gritos del corazón de Lutero por su gente, el contenido del tratado habla volúmenes de su teología. El tratado es corto pero rico, nada puede sustituir su lectura directa, así que les presento un breve resumen de sus elementos centrales:
• la visión general es el consejo dado a Pedro, basado en la práctica personal de Lutero. Al sentirse “frío” para orar, corría a su habitación a leer salmos, o si era apropiado, iba a la iglesia a escuchar salmos cantados o leídos.
• Lutero repetía para sí los Diez Mandamientos, el Credo de los Apóstoles, palabras de Jesús, Pablo o Salmos. • Procuraba enmarcar su día en oración: le dice a Pedro que su primer negocio sea orar y que su última acción al acostarse sea orar.
• Exhorta a no descuidar asuntos terrenales por causa de la oración; pero que orar sea prioritario en todo.
• Que sus oraciones no sean largas y vacías de significado. Más bien, estructuradas según el modelo del Padre Nuestro y meditadas según los Diez Mandamientos (importantes para Lutero como recordatorio de nuestra falta de valor y dependencia solo en Cristo).
Lutero señala que lo anterior es para calentar el corazón y moverlo a la oración que clama en espontaneidad a Dios.

La catéquesis medieval se estructuraba por los elementos descritos por Lutero. La enseñanza es clara: regreso a los elementos básicos de la fe, y recordatorio personal de ellos. Pero además, enraizado en la idea de que orar no es una respuesta espontánea, emocional, a Dios. Más bien es un imperativo esencial del caminante cristiano.

Así como un esposo no tiene otra opción sino amar a su esposa –es un mandato, no importa cómo se sienta en un momento dado-, así el cristiano no tiene otra opción sino orar, no importa cuán frío esté su corazón.
Y la major manera de hacerlo, si nos falta entusiasmo, es el probado y aprobado enfoque de volver a lo básico.

Otro aspecto interesante es la sugerencia de Lutero sobre el tiempo: si la frialdad ocurre cuando la iglesia se reúne, Pedro debe asistir a la iglesia. Es muy importante el aspecto corporativo de la oración. La iglesia no es cualquier lugar adonde Pedro asiste luego que ha resuelto el problema o su falta de entusiasmo: es el mejor lugar para precisamente resolver su problema.

La Iglesia, para Lutero y otros Reformadores, no es un simple lugar para asistir, escuchar la explicación de alguien sobre la Biblia, cantar algunos himnos o coros y ya. La Iglesia es el lugar donde escuchamos la voz de Dios en la lectura y la predicación de Su palabra y donde el creyente, como parte del cuerpo corporativo, responde en cantos de alabanza. Porque la adoración a Dios es el foco primario de la vida cristiana. Si Pedro luchaba con la oración pero no asistía a la iglesia, ¿sabes qué? Era de suponer que orar se convirtiera en tarea cada vez más difícil.

Suelo releer el tratado de Lutero con regularidad. Es parte de una tendencia que he adquirido en los últimos años: a mayor edad, más aprecio tengo de las cosas simples de la vida cristiana. Releer el Catecismo de Heidelberg, el Credo de los Apóstoles, los Diez Mandamientos, el Padre Nuestro –aspectos básicos de la fe, se han convertido en compañeros constantes.

Toman menos de una hora de lectura, pero toda una vida de maestría.

Al repasar teología y vivir en ambientes académicos rarificados, me he dado cuenta de la profunda necesidad que tengo cada día de volver a lo básico, de recordar estas verdades. Lutero captura la esencia de modo brillante: no hay tal cosa como "secretos arcanos" para la teología ortodoxa o para una vida cristiana vital o para oraciones profundas y llenas de significado.

Todo se reduce a disciplina en las pequeñas cosas.

El librito de Lutero me recuerda que la iglesia es el primer lugar adonde ir si quiero vivir un cristianismo saludable. No es posible hacerlo si me encierro en mi casa, del mismo modo que un jugador de futbol no mejora su capacidad sin contar con el beneficio de su equipo.

Aquí es donde aparecen las arrugas. El protestantismo evangélico es la religión del libro. El enfoque literario conduce a ambiciones académicas, lo cual no es malo en sí mismo. Los teólogos cristianos, así como los futbolistas cristianos o los banqueros cristianos, están llamados a ser lo major que puedan en su área, pero cuando la excelencia académica se convierte en un fin en sí mismo, ocurren al menos dos desafortunadas consecuencias:
1) perdemos de vista lo básico, aquellas cosas que son como la carne y el agua de la vida cristiana, tanto en términos teológicos como prácticos. Cosas como catecismo y disciplina regular en la asistencia a la iglesia son muy importantes para todo estudioso.
2) perdemos de vista lo que importa de lo que no importa: buscamos la aprobación de quienes menosprecian la Palabra de Dios o quienes utlizan la Palabra como medio de auto promoción, o miramos por encima de nuestra nariz a los Pedros barberos de este mundo.

La sabiduría humana suplanta a la tontería divina, y como cualquier lector de 1 Corintios sabe, la tontería divina es infinitamente más sabia que la más grande sabiduría humana.

Tristemente, la anécdota de Pedro tiene un final sombrío. Luego que Lutero escribiera, el barbero se emborrachó y arremetió contra su yerno, quien había proclamado (posiblemente en estado de intoxicación similar) ser invulnerable a las heridas. Esto no fue así, y Pedro se libró de la pena de muerte gracias a la intervención de Lutero, quien logró cambiarla por sentencia de cadena perpetua. Pero incluso esto habla volúmenes del cuidado de Lutero: aún cuando las acciones de Pedro afectaron profundamente al predicador, el hombre más ocupado en los tiempos de la Reforma europea encontró tiempo para hablar a favor del barbero.

Pudo hacerlo porque, genio teológico como era, Lutero era también un verdadero líder cristiano quien nunca perdió de vista las pequeñas cosas de la vida, fueran doctrinas, disciplinas o discípulos.

Themelios Volume 34, Issue 1 April 2009

viernes, 1 de mayo de 2009

Medidas contra infuenza (2)

Medidas contra infuenza (1)


Dios nos ordena ser sabios de corazón.

Los tres cochinitos

Tal parece que ahora la amenaza proviene de los tres cochinitos en lugar del lobo. ¿Habrá que eliminar la tocineta?

Pero hablando en serio, oremos que el Señor tenga misericordia de nuestra nación y preserve las familias que han sido afectadas por la tragedia.

Decir “fiebre porcina”, “el virus que anda” o la “gripe de la semana” no es lo mismo. La fiebre porcina (que ahora se llama influenza A[H1N1] para distinguirla bien) es producida por una nueva cepa del virus de la influenza, que se originó en cerditos. Como se trata de una nueva cepa, la mayoría de nosotros no tiene inmunidad (nunca ha sido vacunado contra ella) y esto permite que la enfermedad contagie a otros y se extienda rápidamente.
Aunque el origen fueron los puerquitos, el peligro de contagio no es comer carne de cerdo o tener cerditos de mascotas o cosas parecidas.
El virus de la influenza produce “gripe”, así que el contagio es de persona a persona, al toser o estornudar.

Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado el riesgo de contagio y diseminación a Clase 5 desde el 30 de abril, lo que significa que “la pandemia es inminente”. Pandemia quiere decir que afecta a muchos países y continentes, es mundial. La escala es de 1 a 6 (la pandemia en sí es Clase 6).

¿Qué hacer?

Como creyentes, es una oportunidad única para servir al pueblo de Dios en particular y al pueblo dominicano en general. Recordemos las misericordias que Dios nos concede cada día y trabajemos para brindar protección espiritual, emocional, social y hasta física en caso necesario.

Medidas generales de prevención:
• Lavarse las manos con agua y jabón, a menudo. En especial al atender personas enfermas con tos y fiebre.
• Practicar buenos hábitos de salud, incluyendo horas de sueño, comer con inteligencia alimentos nutritivos y mantenerse activo físicamente.
• Orar sin cesar, por la comunidad, por la ciudad, por los hermanos y hermanas que trabajan en servicios de salud, por el país.

Medidas particulares de atención, en la casa:
• Aislar la persona enferma (si la hay) al menos un metro de distancia de las otras personas.
• Utilizar mascarilla de boca y nariz al atender la persona enferma. Puede ser mascarilla comercial o hecha en casa, lo importante es que se lave apropiadamente después o se deseche de modo higiénico.
• Lavarse las manos con agua y jabón abundante, después de cada contacto con una persona enferma.
• Mejorar la ventilación y el flujo de aire donde esté la persona enferma. Tome ventaja de la brisa natural.
• Conozca las reglas de salud del país, y aplíquelas.

Hagamos todo lo posible para contribuir a la paz de la nación donde vivimos. Y que en todo nuestro quehacer, sea Dios quien reciba toda Gloria y honor.