martes, 24 de marzo de 2009

LIDERAZGO CRISTIANO EFECTIVO - Parte 3

2. Motivación: Los líderes cristianos eficaces motivan bíblicamente y con discernimiento.

“Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra.” (Hch. 6:4). Los sermones son en un sentido “discursos motivacionales.” En ellos apuntamos a que por el poder de Dios hombres pueden ser motivados a actuar por la gloria de Dios. Apuntamos a que pecadores sean salvados (Rom. 10:14). Apuntamos a que los santos se santifiquen (Col. 1:29) y se estimulen a servir a Cristo (Ef. 4:11-13). La palabra de Dios, no los dictados de la sabiduría humana, debe proveer esta motivación para que seamos verdaderamente eficaces (2 Tim. 4:1 ss). Debemos considerar cuidadosamente el rango completo de la motivación del evangelio e intentar de aplicarla apropiadamente, con discernimiento, en nuestro ministerio público y privado de la Palabra.

En este punto la motivación del evangelio comparte algunos fundamentos con el entendimiento del liderazgo efectivo en el mundo de los negocios. La diferencia es que sin el poder del Espíritu, nuestras apelaciones caerán en oídos sordos. Consideremos algunos ejemplos de estos fundamentos (Maxwell: “Desarrollando el Líder dentro de ti”, págs. 113-114).

Maxwell

Escrituras

Haz asunciones rectas (buenas) de personas (buenas)

Rom. 15:14; 2 Tes. 3:4

Cada persona desea sentirse valorado

Mat 6:26

Cada persona necesita responder a estímulo

1 Tes 2:11

Las personas necesitan ver que lo que están haciendo no es una pérdida de tiempo

1 Cor. 15:58

Las personas quieren crédito y aprecio por sus logros personales

Mat 25:21, 34-36


Estas perspectivas tienen aplicaciones al servicio cristiano en la iglesia. La gente de Maxwell, “las masas” en el mundo de los negocios, el pueblo de Dios, son “gente buena,” esto es, hombres con corazones buenos y honestos (Lucas 8:15), regenerados por la gracia. Aunque los cristianos humildes no “quieren” crédito, sí desean que Dios sea acreditado cuando los hombres ven que hacen lo recto (Mat. 5:16), y los hombres humildes son por recomendación estimulados a ser mejores.

Por otro lado, la motivación del evangelio envuelve la asunción que los hombres incrédulos son totalmente depravados, bajo la ira y muertos en sus pecados. También asume que todos los hombres regenerados tienen siempre pecado remanente y necesitan la advertencia del evangelio sobre su engaño, sobre la necesidad de la santidad y sobre la condenación de los hipócritas. No es “totalmente positivo,” aunque es totalmente amoroso (Mat. 5:27-30; Heb. 3:12).

No hay comentarios.: