Como mencioné, la idolatría puede estar activa en mi corazón aún mientras estoy adorando a Dios externamente. Eso es un pensamiento serio. Cada vez que pienso que no puedo adorar a Dios al menos que "X" esté presente, estoy haciendo una afirmación profunda. Si "X" es cualquier otra cosa que no sea Jesucristo y el Espíritu Santo, me he movido a territorio de idólatra. La idolatría siempre es mala, pero los ídolos que buscamos no son necesariamente cosas malas en sí mismas. Son malas para nosotros porque las valoramos por encima de Dios.
Podrían escribirse páginas sobre cada uno de los potenciales ídolos que estoy a punto de cubrir. Casi todos, sino todos, tocan áreas que pueden y deben ser usadas con discernimiento para servir al pueblo de Dios mientras nos reunimos a cantar Sus alabanzas. Algunos de ellos son más importantes que otros. Pero todos ellos están supuestos a exaltar a Dios, no a sustituirlo.
La Música
Los estilos musicales para adoración congregacional han causado tremendo alboroto en los últimos años. En realidad, han estado causando un tumulto durante siglos, y por buena razón. La música es un medio poderoso que puede afectarnos positiva o negativamente. Sin embargo, la raíz de la división a menudo es (sino siempre) que personas insisten que saben el tipo de música que le agrada a Dios. No ha ayudado el hecho de que "proponentes de música nueva" frecuentemente son arrogantes, insensibles, egoístas e impacientes. No obstante, podemos hacer un ídolo de la música que es vieja y familiar tan fácil como podemos hacer uno de la que es nueva y creativa. La música debe ser elegida sabiamente por su habilidad de servir tanto a la lírica y la congregación para que verdaderamente se honre a Dios. Pero pensar que necesitamos cierto tipo de música para verdaderamente conectarnos con Dios es, y su raíz, idolatría.
La Tradición
toda iglesia, aun aquellas que afirman ser no tradicionales, tienen tradiciones. Una tradición es simplemente algo que has hecho más de una vez. ¿Pueden servir las tradiciones para los propósitos de Dios en la iglesia? ¡Claro que sí! Pablo exhorta a los tesalonicenses: "Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por la palabra, o por carta nuestra." (2da Tes. 2:15, ) Pero, ¿son nuestras tradiciones igual a las Escrituras en autoridad? ¡Claro que no! Toda generación es responsable de examinar si las tradiciones que han heredado (o están pensando establecer) son bíblicas y ayudan a las personas a gozarse en los méritos y obras de Dios. Los ídolos complementarios de familiaridad y comodidad a menudo son revelados en las palabras: "Nunca lo hemos hecho así antes."o "suave da sueño" o "rapida no es santa"
Creatividad
Para que esta lista no parezca estar de un solo lado, la NOVEDAD también puede ser un ídolo. A veces creemos que alguna idea fresca, diferente, nunca antes hecha puede hacer más efectiva o poderosa nuestra adoración congregacional. Quizás sean juego de luces... o un nuevo arreglo del escenario... o un video clip... o velas... o algún letrero... o "actividad artística interactiva." La creatividad nunca es nuestro objetivo en adorar a Dios. Simplemente es un medio con el fin de exhibir y ver la gloria de Dios más claramente. Nuevas formas o medios de comunicación pueden darnos una perspectiva diferente, causando que la verdad tenga un impacto más grande en nosotros. Pero si cuando nos vamos de un tiempo de adoración corporativa estamos más afectados por la creatividad o por lo diferente que nuestro Salvador, que Dios nos ayude.
Estoy percatado de que lo que estoy escribiendo puede ofender a algunos. Oro que ese no sea el caso, aunque lo que podríamos percibir como una "ofensa" podría más bien ser la convicción del Espíritu. También podría ser mi pobre comunicación. Pero esto sí sé: Dios está comprometido a recibir toda la gloria, honor, y alabanza cada vez que nos reunimos como Su pueblo, redimidos a través del sacrificio expiatorio de Su Hijo. El no tendrá rivales: "Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas." (Is. 42:8, ) Cada vez que nos reunimos para adorar al trino Dios, El debe ser el centro absoluto de nuestra atención y nuestros afectos. Su grandeza y esplendor debe volverse más grande en nuestras mentes, corazones, y voluntades. Sus deseos y mandamientos deben volverse más preciosos para nosotros. Jesucristo y Su obra expiatoria debe volverse más gloriosa y maravillosa para nosotros.
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