El texto inicia diciendo: También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
La parábola es realmente sobre dos hijos perdidos. El menor se perdió en los placeres temporales del pecado mientras que el mayor estaba perdido en su propia justicia basado en su moralidad y sus obras. Ambos necesitaban redención.
El hijo mayor es moralista y obediente, pero al mismo tiempo justo en su propia opinión y sin gozo. Al igual que el hijo menor, estaba distanciado del padre y necesitaba arrepentimiento.
vs. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
Muchos confunden el verdadero cristianismo con el síndrome del hermano mayor y muchos incrédulos piensan que el llamado del evangelio es apartarse del pecado para ser un moralista tipo "hermano mayor". Pero la enseñanza de la parábola es clara, la manera de alcanzar el favor de Dios no es con obediencia y moralidad, sino por medio del arrepentimiento y la humildad. Al final el hermano menor fue acepto y el mayor se quedó fuera.
Todas las iglesias tienen personas que sufren del síndrome del hermano mayor y todos tenemos, en un grado u otro, vestigios de este mal y lo peor es que lo vemos como normal o hasta virtuoso.
Veamos algunas cualidades del hermano mayor:
- El Enojo - Entonces él se enojó y no quería entrar.
- El hermano mayor piensa que se ha ganado el favor de Dios por medio de la obediencia y cree que Dios le debe. Si las cosas no salen como esperaba entonces se enoja
- Piensa que su "obediencia" puede controlar a Dios.
- Obediencia Mecánica y sin Gozo - por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya
- Se usa a Dios para obtener otra cosa. Dios no es el fin sino un medio para alcanzar lo que realmente alegra tu corazón.
- Es el tipo de persona que dice: "Tanto que he servido en la iglesia y nadie me lo agradece"
- Malo evangelizando
- Es muy malo evangelizando porque ve con menosprecio al hermano menor.
- Ve la gracia de Dios como injusto y que el hermano menor no puede recibir lo mismo que el que haya sido tan obediente
- Falta de seguridad del amor del Padre - nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos
- Sus oraciones están llenas de peticiones pero poca comunión
- Son Resentidos
- Se siente incapaz de pecar al grado que el hermano menor
- La humildad del evangelio borra los resentimientos
Dios nos libre de menospreciar a los pecadores y confiar en nuestra propia justicia. No solo tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados, sino también de nuestras buenas obras, pues hemos confiado en ellas.
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