Cristo redefinió por completo liderazgo y líneas de autoridad.
La autoridad es de función, no de estatus. Jesús declara “sabéis que los gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que los grandes ejercen autoridad sobre ellos. No ha de ser así entre vosotros” –total y absolutamente rechaza “filas indias”. ¿Cómo será entonces? “sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor” (Mateo 20:25-28).
La autoridad espiritual de Jesús no se halla en la posición o el título, sino en la toalla.
Servicio genuino versus servicio en autojusticia
Es preciso distinguir con claridad ambos conceptos, si queremos entender y practicar un servicio verdadero, genuino.
Servicio genuino | Servicio en autojusticia |
Deriva de una relación íntima, de comunión profunda, con el Único Dios. Proviene de urgencias divinas internas; se gasta energía, pero no la frenética energía de la carne. | Proviene del esfuerzo humano. Consume cantidades inmensas de energía al calcular, esquematizar, cómo rendir el servicio. Cartas sociológicas, estrategias de investigación, de cómo ayudar a “esa gente”… |
Encuentra imposible diferenciar entre servicio pequeño y grande. Y si la hay, el siervo genuino irá a lo pequeño, pero no por falsa modestia, sino porque lo ve como importante. No discrimina la oportunidad para servir, todo es bienvenido. | Impresiona con la “idea total”. Se preocupa por obtener ganancias de cualquier índole que destaquen en murales eclesiásticos. Disfruta servir, en especial cuando el servicio es titánico. |
Descansa en contentamiento al pasar desapercibido. No teme hallarse en la luz o llamar la atención, pero tampoco busca colocarse en esta posición. Como vive bajo un nuevo Centro de referencia, le es suficiente el sello divino de aprobación | Demanda recompensas externas. Necesita saber que otros ven y aprecian su esfuerzo. Busca el aplauso humano –con la apropiada modestia religiosa, por supuesto. |
Es libre de la necesidad de calcular resultados. Su deleite es el servicio mismo. Puede servir a enemigos con la misma libertad que amigos. | Altamente preocupado por resultados. Espera con ansia que la persona servida reciproque el servicio. Se amarga cuando el resultado es menor de lo esperado. |
No discrimina en su ministerio. Ha escuchado el mandato de Jesús para ser servidor de todos (Marcos 9:35). | Selecciona y escoge a quien servir. Algunas veces escogerá a ricos y fuertes, porque tiene ventajas. Otras veces a débiles e indefensos porque asegura una “imagen de humildad”. |
CELEBRATION OF DISCIPLINE. The discipline of service. Richard J Foster
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