jueves, 26 de junio de 2008

12 Pecados que Cometemos Culpando a Otros

Ben Reaoch, pastor de Three Rivers Grace Church en Pittsburgh, PA escribió.

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Todo empezó en el Edén. Adán le dijo a Dios: 

La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. (Génesis 3:12)

Cuando el primer hombre fue atrapado en pecado, culpó a su esposa y extiende la culpa a Dios también. Su respuesta implica que él hubiese permanecido inocente si Dios no le hubiese puesto a Eva en el jardín con él.

La traslación de culpa continúa hoy. Nuestros corazones orgullosos nos llevan a desesperadamente buscar a otro a quien culpar cuando somo confrontados por nuestro propio pecado. Debe haber otro - nuestro cónyuge, hermano, padre, jefe, compañero de trabajo, pastor, amigo o hasta Dios mismo.

Estamos tan desesperados por justificarnos que nos hacemos irracionales. He aquí 12 ejemplos.

1) IRA

No perdería el control de mi temperamento si mis compañeros de trabajo fueran fáciles de sobrellevar o si mis hijos tuvieran un mejor comportamiento y si mi cónyuge fuese más considerado.

2) IMPACIENCIA

Yo sería una persona muy paciente si simplemente no hubiera tanto tránsito en la calle o filas tan largas en los supermercados. Si no tuviese tantas responsabilidades y la gente a mi alrededor no fuera tan lenta nunca sería impaciente.

3) LASCIVIA

Tendría una mente pura si no hubiese tantas imágenes sensuales en nuestra cultura.. 

4) ANSIEDAD

No me preocuparía sobre el futuro si tan solo mi vida fuera un poco más segura-si solo tuviera dinero y salud.

5) APATÍA ESPIRITUAL

Mi vida espiritual sería mucho más apasionada y no caería tanto en pecado si mi grupo pequeño fuera más estimulante o si la escuela dominical fuera más interactiva o si la música en la adoración fuera más animada o si los sermones fueran mejores

6) INSUBORDINACIÓN

Si mis padres/jefes/pastores fueran líderes piadosos, entonces los seguiría con gozo.
 
7) UN ESPÍRITU CRITICO

No es mi culpa que los que me rodean son ignorantes y tienen tan poca experiencia.

8) AMARGURA

Si supieras lo que esa persona me hizo entenderías mi amargura. ¿Cómo podría perdonar algo así? 

9) GLOTONERÍA

Mi esposa/esposo/amigo cocina riquísimo. Las cosas que cocina son imposible de resistir. 

10) CHISME

Son los demás los que siempre empiezan las conversaciones. No hay manera de evitar escuchar lo que otros dicen. Y cuando me preguntan no puedo evitar compartir lo que ya se.

11) AUTO-COMPASIÓN

Nunca seré feliz porque mi matrimonio/familia/empleo/ministerio es tan difícil.

12) EGOÍSMO

Sería más generoso si tuviera más dinero.

Excusas como estas son arrogantes y necias. Es una manera orgullosa de tratar de justificar nuestras acciones y apaciguar nuestras conciencias culpables. También las usamos para evitar humillarnos delante de Dios en arrepentimiento y buscar su perdón.

Considera Santiago 1:13-15, el cual nos deja sin escapatoria frente a nuestro pecado y culpa. No podemos culpar a Dios porque él "no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie".

En vez, hemos de aceptar la verdad humillante que "cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido".

Esto le pondrá fin al juego de buscar un culpable y nos enviará a los pies de Cristo para rogar misericordia y gracia.

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