miércoles, 15 de septiembre de 2010

Meditación del 15 de Septiembre

"Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y Sus oídos atentos a sus oraciones" (1Pedro 3:12a).


En otro lugar de las Santas escrituras el Dios nuestro se revela a Sí mismo con este título: "El Dios de toda gracia". El que te llamó y se ha comprometido a preservarte por siempre; después de llamarte, ese mismo Dios de toda Gracia, un Dios Omnipotente, que cuida de ti para hacerte bien. Y es eso lo que pretendemos hablarte hoy, el cuidado del Señor sobre ti.


La vigilancia visual de Dios sobre los creyentes. Sobre la visión divina se nos dice: "Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos" (Proverbios 15:3). Los ojos de Dios están sobre los justos y el lenguaje bíblico es como si no pensara ni mirara otra cosa que no fuese en ellos: "Mi mano hizo todas estas cosas. Pero a este miraré, al que es pobre y humilde de espíritu" (Isaías 66:2).

En otro pasaje encontramos el mismo lenguaje: "Pondré mis ojos sobre ellos, para bien, y les haré volver a esta tierra. Los edificaré y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré. Les daré un corazón para que me conozcan, pues yo soy Jehová. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mi de todo corazón" (Jeremías 24:6-8).

Como una nodriza cuyo oficio es velar y cuidar sobre un niño.


Hay un salmo completo cuyo mensaje es precisamente este, expresar el cuido particular de Dios sobre Sus hijos:
"Alzaré mis ojos a los montes: ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No permitirá que resbale tu pie, ni se adormecerá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu protector; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te herirá de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; el guardará tu vida. Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre" (Salmo 121).

En los v3-5 repite tres veces para impresionar nuestro entendimiento sobre la plena seguridad de que nuestras almas serán guardadas: "Ni se adormecerá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu protector." No dice el presidente o los soldados o dinero o poder o prosperidad, sino Dios es tu protector, del Israel de Dios, o de todos y cada uno de los creyentes en particular. Dios gasta su poder para guardarte, guardar tu alma del mal: "Jehová te guardará de todo mal."


¿Y por cuánto tiempo lo guardará?

"Desde ahora y para siempre." Esto es, desde el primer instante en que te tomó a Su cargo, desde que te entregaste tú mismo a Su cuidado, desde el momento en que tomaste a Cristo como tu Señor y Salvador. Desde el mismo día de tu llamado, ahora mismo y por siempre.

Como Iglesia nos guardó y ha prometido también guardarnos en el porvenir.

El compromiso de preservación que Dios tiene sobre ti, no pestaña ni una vez, ni siquiera porque te descuides, no dejará de velar sobre ti. Si en un lapso supones que el diablo, el enemigo y adversario de tu alma pueda tomar ventajas sobre ti para devorarte en un momento, podrías pensar así, pero no Dios: "Yo, Jehová, la guardo. A cada momento la riego; y para que nadie la dañe, de día y de noche la guardo" (Isaías 27:3); si no te es suficiente, añade: "A cada momento."

Si los ojos del Señor estarán sobre nosotros Su pueblo, desde el comienzo hasta el fin, entonces alegrémonos tanto como podamos:

"¡Regocijaos en el Señor siempre! Otra vez lo digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4).


Vendrán pruebas y problemas, no esperes ser exonerado de tentaciones. El diablo no está muerto y sus llamas siguen quemando. Cuida más lo que Dios te ha mandado:

"Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).


Amén.

P.Oscar Arocha; www.ibgracia.org

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