Vaya si la pregunta importa. Porque la triste realidad es que solemos vivir enamorados de la gente o de las cosas (fama, poder, dinero, etc.) o de nosotros mismos, pero no de Dios.
Piensa, ¿te has enamorado de Dios? ¿Vives de continuo enamorado de Dios?
¿O eres de aquellos que menciona Juan como "quienes han olvidado su primer amor" ?
Padre, ¡ayúdanos, aumenta nuestra fe!
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