martes, 3 de febrero de 2009

Peligros del orgullo

¿Alguna vez te has preguntado por qué Dios aborrece el orgullo con tanta pasión?

He aquí la razón: orgullo es cuando seres humanos pecaminosos aspiran al estatus y posición de Dios, y rechazan reconocer su dependencia de Dios.

El orgullo levanta el corazón contra Dios y “contiende por supremacía”. Esta definición es la esencia del orgullo: contender contra Dios por la supremacía, colocar nuestro corazón por encima y contra Dios. El orgullo tiene muchas caras, pero un solo fin: auto-glorificación. Robar la gloria legítima de Dios para auto exaltarse. La persona orgullosa busca su propia gloria, no la de Dios; por tanto se apropia de lo ajeno, depriva al Señor de algo que sólo El merece.

¿Te das cuenta ahora por qué Dios aborrece el orgullo? Dios odia el orgullo. Piensa en esto, hunde esta idea en tus pensamientos.

¿Hay algo que aborrezcas en particular? Yo tengo dos listas. Una es simple, empieza con algunos alimentos que considero deben ser producto de la Caída, como las berenjenas guisadas. Otra cosa aborrecible son todos los equipos de deportes de la ciudad de Nueva York (lo cual refleja que yo no soy de Nueva York!). 

La segunda lista es más seria, y seguro que tú también tienes una:

Odio el aborto.

Odio el abuso infantil y el abuso de la mujer.

Odio el racismo.

¿Qué odias tú? Nada de lo que tú y yo odiemos alcanza el nivel con el cual Dios aborrece el orgullo. Su odio al orgullo es puro, y es santo. Juan Calvino escribe que “es intolerable para Dios ver su gloria apropiada por las criaturas incluso en mínima cantidad, intolerable la arrogancia sacrílega de aquellos que al exaltarse a ellos mismos oscurecen la gloria que pertenece solo a El”.

Y puesto que le resulta intolerable, Dios nos revela su oposición activa contra el orgullo. Oposición activa. Actividad inmediata y constante (Santiago 4:6; 1 Pedro 5:5).

Para comprender un poco más la perspectiva divina, haríamos bien en estudiar el peculiar poder destructivo del orgullo. Jonatan Edwards reconocía ser un “tonto, simple, miserable, ciego y engañoso gusano, cada vez que me atrapa el orgullo”. En sus sermones y escritos constantemente advierte sobre el orgullo, en especial el orgullo espiritual, al cual consideraba como la causa principal de que hubiera cesado el Gran Avivamiento, aquel renacer de la iglesia en los tiempos de este gran predicador.

El orgullo socava la unidad y divide iglesias. Muéstrame una iglesia donde haya división, donde haya luchas intestinas, y te enseñaré las raíces de orgullo por doquier.

El orgullo arruina líderes también.Arruina pastores e iglesias más que cualquier otra cosa. Es más insidioso en la iglesia que un gas tóxico en la casa” –escribe Mike Renihan. 

¿Sabes de alguien que no anda bien? Recuerda que delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la altivez de espíritu (Proverbios 16:18). La situación personal podría parecer circunstancial, complicada, pero la raíz es muy clara: el orgullo va delante de la destrucción.

HUMILITY. True greatness. C.J Mahaney

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